Manhattan Sexy Love by Cristina Prada

Manhattan Sexy Love by Cristina Prada

autor:Cristina Prada [Prada, Cristina]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2017-01-19T05:00:00+00:00


12

Salgo de la habitación sin mirar atrás. No puedo tener a Audrey cerca. ¿Por qué tiene que conseguir que me lo replantee todo? Yo no soy así. No dejo que nadie signifique para mí algo diferente a lo que yo he elegido. Al principio sólo quería jugar con ella, después empezó a gustarme, aunque fui tan gilipollas de no entenderlo y, cuando por fin lo hice, sólo quería follármela. ¿Qué coño me pasa ahora? ¿Qué siento por ella? Audrey me importa. La quiero en mi vida cada maldito día. Pero no voy a permitirme que nada se escape de mi control. Pienso en Portland, en mi padre, en Evelyn. Yo no soy así, joder, y no pienso cometer el error de dar ese paso.

Llego a casa de Mackenzie por inercia. La última vez que estuve aquí fue el día que conocí a Audrey y no pude dejar de pensar en ella y en ese maldito vestido rojo. Ni siquiera entiendo por qué le he mentido diciéndole que sigo acostándome con otras mujeres cuando no es verdad. No he tocado a ninguna desde aquel día.

Subo de prisa las escaleras y llamo a su puerta con fuerza. Son más de las doce. Debería haber llamado antes, pero no me importa. Sé que está aquí, como también sé que no va a decirme que no.

—¿Quién es? —pregunta adormilada al otro lado.

—Abre —rujo.

Percibo el ruido del pestillo correrse. Las manos me arden. Mackenzie abre y me abalanzo sobre ella cerrando de un portazo a mi espalda. Me pregunta qué hago aquí, si estoy bien. No respondo a ninguna de sus preguntas. Sigo besándola desbocado, casi desesperado, llevándola hasta su habitación, pero no vamos todo lo rápido que necesito y la cojo en brazos, obligándola a rodear mi cintura con sus piernas. Mi cuerpo se resiente, como si no quisiese estar aquí ni con ella, pero no me importa. Joder, no me importa nada. Mi vida es mía y de nadie más.

Nos dejo caer contra el colchón. Me deshago de su pijama. Ella sigue preguntando. Yo sigo acallándola con más besos. No quiero hablar. No lo necesito. Pierdo mis manos por todo su cuerpo. Sus dedos se anclan a mis hombros. Trato de recordar cómo era antes, cómo me sentía antes. La beso, la muerdo. Su cuerpo se arquea contra el mío.

—Colin —gime.

Y me doy cuenta de que todo mi jodido mundo acaba de estallar en pedazos.

Sí es diferente.

Sí es especial.

Estoy loco por Audrey y nunca he sentido tanto miedo.

—¿Qué pasa? —me pregunta acariciándome la cara.

Ahora mismo me siento miserable. Mackenzie no se merece que le haga esto.

—Lo siento —digo contra sus labios—. Lo siento de verdad.

Me levanto y me recoloco la camisa. No tendría que haber venido. No es justo para Audrey y, sobre todo, no es justo para Mackenzie. Estoy poniéndome la chaqueta cuando ella se levanta, se pone una bata y me coge de la mano, obligándome a girarme. El contacto me sorprende, pero no me aparto. No ha habido electricidad, ni calor, no ha habido nada.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.