Manhattan Lola Love by Cristina Prada

Manhattan Lola Love by Cristina Prada

autor:Cristina Prada [Prada, Cristina]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Relato, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2016-07-05T04:00:00+00:00


4

6.15 a. m.

—Hola, Mexicanita.

Max camina hasta mí. Me toma de la mano y me ayuda a alcanzar la azotea. Estoy sorprendida, casi perpleja. ¿Qué está haciendo aquí? ¿Cómo lo sabía Katie?

—¿Preparada? —me pregunta.

Sonrío. No sé qué contestar, qué decir, qué hacer.

—Sí —respondo nerviosa.

Max me lleva al centro de la azotea mientras lo observo expectante. ¿Por qué estamos aquí?

—¿Cómo has sabido dónde vivía?

—Cada cosa a su tiempo —responde socarrón—, y ahora, aunque te cueste trabajo mantener esa boquita cerrada, te toca escuchar.

Se saca el iPhone del bolsillo de los vaqueros y desliza el pulgar sobre la pantalla. El manos libre se activa y el tono de llamada resuena entre los dos.

—¿Qué? —responde una voz adormilada y poco amable al otro lado.

Miro la pantalla y veo a un chico con gafas más o menos de su edad, absolutamente despeinado y muerto de sueño.

—Sammy, quiero que conozcas a alguien —le explica Max con una sonrisa—. Es una mujer increíble, guapa, inteligente, divertida. —Lleva sus ojos hasta los míos y yo disfruto de su mirada. Ahora mismo soy la chica más feliz del mundo—. Sabe mantenerme en mi sitio y esta noche he descubierto cuánto me gusta eso. —Ambos sonreímos—. Se llama Lola y es mi chica —sentencia girando el teléfono y dejándome de cara a Sammy—. Lola, este es Sam, mi mejor amigo.

—Hola —lo saludo con una sonrisa enorme.

—Hola —responde desganado, levantando la mano—. Encantado de conocerte… —se toma un segundo—. ¿Te importaría si ahora hablo algo con Max?

—Claro —respondo.

—Muchas gracias.

Max gira el teléfono y recibe con la misma sonrisa a su amigo.

—Es muy guapa y estoy muy contento por ti, pero ¿hay algún puto motivo por el que tengas que presentármela a las seis de la mañana? Madrugo, capullo.

La sonrisa de Max se ensancha y a la mía le sucede exactamente lo mismo.

—No lo sé —responde—. Supongo que me he dado cuenta de lo que quiero y no tengo más ganas de seguir esperando.

Vuelve a atrapar mi mirada y yo vuelvo a perderme en ella. Los hombres de verdad siempre vuelven a por su chica.

—Nos vemos mañana —se despide Max de su amigo—. No llegues tarde.

—No pienso ir, sino me dejas en paz. Te odio.

Max sonríe de nuevo, esta vez a punto de echarse a reír por la reacción de Sammy, y finalmente cuelga.

—Antes de que lo olvide, mañana tenemos una cena —me informa fingiéndose solemne—. Nada especial. Sólo mis amigos, mi hermano Theo, su mujer y tu amiga pelirroja y su prometido. —De pronto parece caer en la cuenta de algo—. ¿Sabes que me hizo darle mi nombre completo, mi número de la Seguridad Social y mi dirección, y me hizo una foto antes de decirme dónde vives?

Sonrío.

—Es una chica muy precavida —respondo—. ¿Qué puedo decir?

—Que vendrás a la cena.

—¿Y qué te hace pensar que aceptaré esa invitación? —replico tratando de disimular la sonrisa que amenaza con partirme la cara en dos.

Max sonríe, su sonrisa más canalla, me toma de las caderas y me estrecha contra su cuerpo.

—Por si lo has olvidado, Mexicanita, sé que te vuelvo loca.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.