Los animales son parte de la clase trabajadora by Jason Hribal

Los animales son parte de la clase trabajadora by Jason Hribal

autor:Jason Hribal [Hribal, Jason]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ciencias naturales, Ciencias sociales, Salud y bienestar
editor: ePubLibre
publicado: 2014-01-01T00:00:00+00:00


III

En 2007 se editaron dos libros que aludían a la posibilidad de que los demás animales fueran trabajadores y parte de la clase trabajadora. Uno abordaba mis ideas directamente y el otro indirectamente. Ninguno dedicaba un espacio significativo a sus críticas; no más de unas pocas líneas entre cientos. Sin embargo, ambos libros tomaban posiciones concretas que son ampliamente defendidas dentro de la comunidad académica y, por tanto, son representativas de cómo se ven y se tratan ciertos temas (animales, trabajo y clase).

El primer libro es When species meet (2007), de Donna Haraway. “Los perros trabajadores”, reconoce, “son parte del capital social de la granja, y son trabajadores que producen plusvalía dando más de lo que reciben en un sistema de economía de mercado”. Los perros pueden ser utilizados como perros pastores de ovejas, guardianes del ganado, para que tiren de trineos o como perros guía. “Los perros trabajadores producen y se reproducen, y en ninguno de esos procesos son criaturas propiamente autodirigidas en relación al capital viviente, a pesar de que conseguir su cooperación activa (autodirigida) es esencial para sus trabajos productivos y reproductivos”. Esta autodirección inicial es importante para Haraway, porque define para ella la categoría de trabajo. “Los perros”, advierte, “no son esclavos humanos ni trabajadores asalariados, y sería un grave error teorizar su trabajo dentro de esos marcos”. “Son pezuñas, no manos”. Haraway sugiere la utilización del marco teórico de la ciencia y los estudios de la tecnología, en particular las ideas de Edmund Russell. Se piensa mejor en los animales como formas vivas de tecnología: biotecnología (Haraway 2007, p. 55-6).

El segundo libro es Making a Killing: the political economy of animal rights (2007*), de Bob Torres. “En algunos aspectos”, comienza, “los animales son tan parecidos como contrarios a la clase obrera en el análisis marxista de la mano de obra y las mercancías” (Torres 2007, p. 38). Ellos producen productos básicos como huevos, productos lácteos y lana dentro de un sistema que extrae su fuerza de trabajo por beneficios. Sus cuerpos a menudo se convierten en mercancías, como productos cárnicos o como sujetos de laboratorio experimental. Por lo tanto, “por un lado, como señala Jason Hribal, los animales realizan trabajo no remunerado, y han cumplido una función clave en el desarrollo de la fuerza industrial” (p.38). Pero Torres ve dos problemas fundamentales con esta forma de pensar.

Para empezar, “los animales nunca ven una separación entre casa y trabajo y se encuentran al alcance del capital productivo en todo momento” (2007, pp 38-9). Los seres humanos tienen esta separación entre el trabajo y la vida. Incluso los esclavos humanos la tienen en algún grado. Los animales no. El otro problema es que el término “clase trabajadora” no puede aplicarse a otros animales. “Clase obrera” lleva consigo un potencial revolucionario. Los seres humanos se resisten a su explotación. Se unen, planean y luchan. Los demás animales podrían ser capaces de esto, como reconoce Torres, pero sólo de una forma cualitativamente diferente: una forma “necesariamente más limitada”. “Son explotados y sufren en silencio, y rara vez escuchamos sus gritos”.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.