La hija del pirata by Brenda Joyce

La hija del pirata by Brenda Joyce

autor:Brenda Joyce [Joyce, Brenda]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788490104224
editor: Publidisa
publicado: 2012-01-15T00:00:00+00:00


Once

Para cuando llegó a Harmon House, Cliff aún no había logrado recuperar la compostura. Entró hecho una furia, consciente de que llegaba tarde para la cena, pero al notar que la casa estaba en silencio supuso que las damas habían salido.

Rex salió de la biblioteca, vestido de etiqueta.

–Al oír el portazo, he pensado que estábamos en medio de un huracán. ¿Qué es lo que pasa?

Cliff levantó la mirada hacia la escalera que conducía a la planta superior, y se preguntó cómo iba a contarle a Amanda lo sucedido. No quería que sufriera por culpa de su despreciable madre, pero la verdad iba a destrozarla. Entró en la biblioteca, y le dijo a su hermano:

–Acabo de hablar con lady Belford. Es más que una ramera, es una verdadera zorra.

Rex lo miró boquiabierto, y cerró la puerta tras ellos.

–Es la primera vez que te oigo hablar así de una mujer.

Cliff se volvió a mirarlo, y le dijo enfurecido:

–Es la persona más egoísta que he conocido en mi vida. Le da igual que su hija esté aquí, sólo le interesan su propio bienestar y el de sus hijos legítimos. Y eso me lo ha dicho mientras intentaba seducirme.

Rex tardó unos segundos en contestar.

–¿Estás seguro de que no la has malinterpretado? Supongo que se habrá quedado impactada al enterarse de la llegada de su hija.

–La he entendido a la perfección, te lo aseguro. Pero da igual, porque después de pasar media hora hablando con esa víbora, no pienso permitir que Amanda se vaya a vivir con ella. Estará mucho mejor sin una madre así, esa mujer no tiene corazón.

–Estarás bromeando, ¿no?

–Estoy hablando muy en serio –Cliff se sirvió un whisky doble, y después de apurar el vaso de un trago, se sirvió otro.

–¡Cálmate! Estás medio enloquecido, y por una mujer a la que apenas conoces.

Aquellas palabras lo enfurecieron aún más.

–Conozco a Amanda mejor que a nadie –se sirvió otro trago, pero no se lo bebió.

–¿Ah, sí? Hace seis semanas que la conoces.

–La conozco desde hace años –Cliff recordó las veces en que la había visto por la isla, o nadando en el mar–. Fuimos compañeros de viaje, compartió todas las guardias de media conmigo, y capeamos juntos una tormenta. Un viaje puede cambiar a una persona, Rex. Se forjan lazos que duran toda una vida.

–Está claro que te ha cambiado a ti.

–No lo entiendes… sí, soy su protector, pero es más que eso –Cliff se acercó a la ventana, y contempló la noche lluviosa.

Rex se acercó a él, y le preguntó:

–¿Vas a decirle que su madre está en Belford House?, ¿le contarás la verdad?

Cliff se volvió a mirarlo.

–No quiero hacerlo, pero no me queda otra alternativa.

–No quieres herirla, pero tampoco quieres engañarla.

–Exacto.

–¿Quieres un consejo?

–Por supuesto.

–Pues es un momento histórico, porque exceptuando a Devlin, eres la persona más testaruda que conozco. Si no le cuentas la verdad, acabarás arrepintiéndote.



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