El irlandés by Cathryn de Bourgh

autor:Cathryn de Bourgh
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico, Erótico
publicado: 2019-07-13T22:00:00+00:00

La promesa

Tuvo un sueño extraño, soñó que estaba en un hospital y su madre lloraba diciendo no puede ser doctor, mi hija es virgen. Claro que es virgen, no tiene novio, ¿cómo puede ser esto? ¡Dios mío! Han abusado de mi hija, debo llamar a la policía. Bebé…

Despertó aterrada y vio a Ethan a su lado.

—¿Qué hago aquí? Mi madre…—Kristen estaba confundida y mareada y de pronto vio que tenía una sonda en el brazo y llevaba un camisón de dormir azul muy bonito.

—Calma, estarás bien…

—Pero mi madre dijo, dijo algo que…

—Kristen, estás débil, tienes anemia, pero todavía no sé si estás embarazada, acaban de sacarte sangre para enviarla al laboratorio.

—¿Dónde está mi madre? La escuché gritar.

Él se puso serio.

—Tu madre tuvo que ser internada Kristen, cuando supo que podías estar embarazada tuve que decirle que salías con Roy, porque llegó a pensar que habían abusado de ti y eso la afectó mucho, demasiado. Fue muy duro para ella, porque en realidad pensó lo peor y nos llevó mucho tiempo tranquilizarla.

Kristen quiso que la tierra la tragara. Nada pudo ser peor, debió contarle antes ahora todo sería peor.

—¿Cómo está ella, ¿qué pasó?

—Le subió la presión y la internaron para estabilizarla, no pude ir le pedí a tu padre que me avisara, no quise moverme de tu lado, Kristen.

—¿Y cuándo sabré el resultado del examen de sangre?

—No dijeron, pero el doctor quería saber si has tomado píldoras para evitar el embarazo porque parece que están circulando unas que no son buenas y provocan mareos y…

Ahora comprendía, por eso su madre chillaba así, fue demasiado para ella enterarse en un momento que su hija no solo había perdido el tesoro de su virginidad, sino que el perverso seductor tal vez la dejó preñada.

—¿Sabe que fue Roy?

Sí, lo sabía. ¡Demonios!

—No importa eso, hablaré con tu madre cuando esté más estable, creo que tu padre ya lo hizo, afortunadamente él tiene más mundo y no… No cree que esto sea una tragedia, solo quiere que te recuperes y estés bien.

Kristen lloró, sintió que el mundo se le venía encima.

El médico, que parecía uno de los vikingos del a serie televisa, apareció poco después para ver cómo estaba y saber qué protección había usado.

Cuando vio las pastillas la miró con rudo semblante, pero no era que estuviera molesto, era la cara que tenía siempre.

—¿Quién te recetó estas píldoras? —tenía una voz muy grave.

—Una amiga.

—No puedes tomarlas, no son buenas, hay muchas mujeres embarazadas y con problemas por estas píldoras. Te recetaré otras.

—Pero ella no puede tomar pastillas, tal vez esté embarazada—intervino Ethan.

El médico lo miró desconcertado y buscó en su planilla en busca de información.

—Qué extraño aquí no figura ese examen, iré a preguntar. Lo que sí me preocupa es un peso tan bajo, temo que no te alimentas bien. ¿Qué comes normalmente?

Lo normal. La chatarra más rica de la cafetería y la que podía pillar en su heladera sin que su madre se enterara…

—Bueno, creo que necesitarás una dieta más calórica, la anemia es falta de hierro y eso es peligroso, por eso el desmayo, la debilidad.

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