El infierno en doce pasos by Raúl Rodríguez Rodríguez

El infierno en doce pasos by Raúl Rodríguez Rodríguez

autor:Raúl Rodríguez Rodríguez
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ediciones y Distribuciones Dipon Ltda.
publicado: 2020-10-15T00:00:00+00:00


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ALIFONSO FANAL CASTILLA, REPORTERO DE LA FUENTE POLICIACA, inicia una vertiginosa búsqueda de los grupos de Alcohólicos Anónimos que se ubican a lo largo de la calzada Ignacio Zaragoza, en la zona oriente del Valle de México. Al cabo de dos semanas descubre que, en esa extensa y transitadísima avenida, hay tres grupos de autoayuda, pero de reciente creación; ninguno de ellos es en el que militó Nico hasta antes de su encarcelamiento, dos años atrás. Imposible dar así, con el mentado Doc o la amiga de este. Sus pesquisas son lentas. Sólo puede hacer los recorridos de día porque en la noche el barrio le parece peligrosísimo. Incluso algunas calles son intransitables porque carecen de alumbrado público.

Ante la falta de resultados, Alí amplía su búsqueda al municipio de enfrente — Nezahualcóyotl— y a la zona aledaña del Peñón de los Baños, donde existe media docena de grupos de Doble A, así como de Neuróticos y Narcóticos Anónimos. Pero en ninguno supieron darle razón de los grupos que habían existido de dos años para atrás, sobre la calzada Zaragoza, y mucho menos del Doc o de su amiga y presunta cómplice.

Tras un periodo de desconcierto recuerda que existe otro indicio: el grupo de Comedores Compulsivos en la colonia Aragón. Hacia allá dirige sus esfuerzos entonces, descubriendo que en la zona existe sólo uno de ese giro, llamado «El tamaño sí importa», y que además tiene cerca de quince años de existencia. El día que lo conoce, se encuentra con que los integrantes de esa pequeña comunidad son realmente fanáticos de su tema y de su recuperación. Hay cerca de quince gordas y obesos, que escuchan atentamente a una colega suya en la tribuna:

No hubo nunca un hombre que se interesara en mi feminidad. Mis calores los aplaco con comida. A falta de pito, hot fudge. ¡La neta, compañeras! A falta de hormonas masculinas, calorías. Si no hay ninguno que me abrace, yo lo hago con mis propias carnes. Para mí el mejor intérprete de la vida son los alimentos. Es el único aspecto de mi existencia que controlo.Es triste vivir así, siendo la versión deforme de ti misma. Sí lastima, lastima mucho que ni los viejitos te volteen a ver. Qué ganas de que un albañil me albureara. Me odio todo el tiempo, sólo que lo sublimo comiendo.Qué tristeza siento al ver los años que dejé ir entre tanto sobrepeso. Ahorita, de lo único que tengo ganas es que me sirvan un Caramel Macchiato, con doble shot, bien cargado, que quiero olvidar…

Concluye esta mujer su mensaje desde la tribuna del grupo, pero Alí todavía tiene que esperar hasta que termine la junta, para indagar sobre El Doc y su amiga. Les pregunta a varios, pero ninguno le sabe dar razón de los personajes en cuestión. Al cabo de un rato una mujer le dice que la más antigua del grupo es, precisamente, la gorda que habló sobre el Caramel Macchiato, y que se llama Mary Huit.

Alí se dirige hacia ella,



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