Defensa de la poesía by Percy Bysshe Shelley

autor:Percy Bysshe Shelley [Shelley, Percy Bysshe]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Crítica y teoría literaria
editor: ePubLibre
publicado: 1941-01-01T00:00:00+00:00

¡Pero observemos cuán hermoso orden ha surgido del polvo y de la sangre de este caos! ¡Cómo el mundo —así en una resurrección— balanceándose en las alas de oro del conocimiento y de la esperanza, ha vuelto a emprender su vuelo infatigable en el cielo del tiempo! Escuchemos la música, no oída por oídos exteriores, que es como viento incesante e invisible que alentase su caminar futuro con fuerza y velocidad.

La poesía en las doctrinas de Jesucristo y en la mitología e instituciones de los celtas, conquistadores del imperio romano, sobrevivió a la oscuridad y a las convulsiones relacionadas con su desenvolvimiento y su triunfo, y las fundió en un nuevo edificio de costumbres y de opinión. Es un error imputar la ignorancia de esas épocas de oscuridad a las doctrinas cristianas o al predominio de las naciones célticas. Sea cualquiera el daño que su intervención pueda haber producido, todo él procede de la extinción del principio poético, unida al progreso del despotismo y de la superstición. Los hombres, por causas demasiado intrincadas para poder discutirlas aquí, se habían vuelto insensibles y egoístas; su propia voluntad se había debilitado, y a pesar de ello eran sus esclavos y aun esclavos de la voluntad ajena; la lascivia, el temor, la avaricia, la crueldad y el fraude, caracterizaban a una raza, entre la cual no pudo hallarse un solo individuo capaz de crear, en formas, en lenguaje, en instituciones. Las anomalías morales de tal estado social no pueden atribuirse en justicia a ninguna clase de acontecimientos inmediatamente relacionados con ellas, y aún son más acreedores a nuestra aprobación aquellos que pudieron contribuir a disolverle más rápidamente. Es una desdicha para los que no son capaces de distinguir las palabras de las ideas, que muchas de estas anomalías se hayan incorporado a nuestra religión popular.

Hasta el siglo XI no empezaron a manifestarse los efectos de la poesía del sistema cristiano y del caballeresco. El principio de igualdad había sido descubierto y aplicado por Platón en su República, como ley teórica del modo en que deben ser distribuidos entre los seres humanos los materiales de placer y de fuerza producidos por el esfuerzo y la labor comunes. Y afirmó que las limitaciones de esta ley deberían ser determinadas únicamente por la sensibilidad de cada uno o por la utilidad que a todos pudiera resultar de ellas. Platón, siguiendo las doctrinas de Timeo y Pitágoras, enseñó también un sistema de doctrina intelectual y moral, comprendiendo a un tiempo mismo la condición pasada, presente y futura del hombre. Jesucristo divulgó las sagradas y eternas verdades contenidas en estos conceptos de humanidad, y el Cristianismo en su pureza abstracta llegó a ser la expresión exotérica de las doctrinas esotéricas de la poesía y de la sabiduría de la antigüedad. La incorporación de las naciones célticas con los degenerados pueblos del Sur imprimió en ellos la imagen de la poesía existente en su mitología y sus instituciones. El resultado fue una suma de la acción y la reacción

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