Breve historia de los grandes generales de la Antiguedad by Carlos Díaz Sánchez

autor:Carlos Díaz Sánchez [Díaz Sánchez, Carlos]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Ensayo, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2019-10-31T16:00:00+00:00

Los últimos momentos de Mario fueron muy diferentes a los que debería tener una persona de su importancia. Huyó de Roma hacia Ostia, pero no pudo llegar a mar abierto por una tormenta, naufragando en la costa de Minturnas. Allí fue encontrado por unos jinetes y tuvo que ocultarse en el mar y tomar una embarcación que había allí. La edad y el cansancio hacían mella en Mario y tuvo que ser ayudado por unos esclavos a subir a la embarcación. Sin embargo, fue atrapado y llevado a Minturnas, donde consiguió salvar su vida gracias a que nadie quería ejecutarlo. Mario, por fin, pudo refugiarse en África, exiliándose a las ruinas de Cartago, donde vivió hasta el 87 antes de Cristo.

Durante ese año, Mario mantuvo contacto con Cinna, el cual no aceptaba mucho las decisiones de Sila, por lo que observó en él una forma de retornar a Roma. Mario pudo retornar y conseguir los apoyos que necesitaban de la población, aprovechando que Sila se hallaba en el Ponto combatiendo contra Mitrídates. La resistencia que obtuvo en la ciudad fue reprimida de forma muy violenta. Mario en sus últimos momentos se volvió muy tiránico, hasta el punto de acabar con la vida de muchas personas. El 86 a. C. fue su último año de vida, año en el que fue nombrado cónsul por séptima vez, aunque su estado de salud no le permitió disfrutarlo como habría querido. Mario terminó su vida dándose a las fiestas nocturnas y a la violencia, únicas actividades que le permitían calmar su terror nocturno. En una ocasión, Mario se sintió muy cansado y se retiró a su estancia. Tras siete días en la cama, falleció el 13 de enero del 86 a. C. con 71 años y un largo y exitoso currículum que se vio empañado por sus ansias de poder.

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