Breve historia de los godos by Fermín Miranda-García

autor:Fermín Miranda-García [Miranda-García, Fermín]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Referencia, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2015-01-01T05:00:00+00:00

La confianza que Teodorico puso durante años en Boecio le sirvió para elevarse a la dignidad consular y ser tallado en el correspondiente díptico conmemorativo.

EL PROTECTORADO OSTROGODO SOBRE HISPANIA

Con la proclamación del niño Amalarico se inició una etapa de control absoluto del gobierno del reino visigodo desde Rávena, mediante la designación por Teodorico de un jefe romano de la administración civil para el conjunto del reino y dos militares ostrogodos, uno para las tierras galas propiamente dichas y otro para las peninsulares; todos ellos actuaban bajo las órdenes directas y en representación del rey regente. El título que ostentaba el primero de los tres, Prefecto del pretorio para las Galias (Praefectus pretorii per Gallias), formaba parte de la vieja nomenclatura imperial y aunque el control godo sobre la Galia se reducía al pequeño apéndice de Septimania, al norte del Pirineo —y a la Provenza que gobernaba directamente Teodorico—, transmitía muy bien la imagen que el soberano quería proyectar de su posición dominante sobre el conjunto de los reinos germanos; hasta la sede escogida, Arlés, donde posiblemente residía también Amalarico, recordaba al sistema bajoimperial. Las crónicas posteriores incluirán sin reservas al rey itálico en el listado de monarcas hispanogodos, y los concilios provinciales no dudarán en datar las actas por su reinado, una clara muestra de la efectividad de su gobierno.

Con todo, el principal responsable del control del reino visigodo, pues le correspondía la jefatura militar de Hispania y con ella de la mayor parte del territorio, fue Teudis, un ostrogodo cuyo matrimonio con una patricia hispanorromana le otorgó además una posición social y económica de prestigio sobre el conjunto de la población.

El matrimonio de Amalasunta, hija de Teodorico —que no contaba con descendencia masculina—, con un noble visigodo, Eutarico, al que designó además para el consulado en 519, ha permitido suponer que el monarca llegó a albergar la idea de que, a su muerte, sus descendientes heredasen el conjunto de Hispania e Italia como un único espacio político. Jordanes, siguiendo más que probablemente a Casiodoro, hizo al novio descendiente de Turismundo y le encontró antepasados comunes con su suegro, pues ambos descenderían del reiks greutungo del siglo IV, Hermanarico; una genealogía cuya veracidad resulta imposible de contrastar, pero que en cualquier caso parecía muy conveniente en esas circunstancias, pues unía en la misma persona a los dos sectores del mundo godo, y afirmaba más si cabe la legitimidad única de la descendencia del matrimonio.

Abunda igualmente en ese terreno el hecho de que Amalarico no se hiciese cargo del gobierno de Hispania al llegar a la mayoría de edad, que necesariamente tuvo que producirse antes de la muerte de Teodorico —Isidoro de Sevilla situaba esa condición en torno a los 14 años—. Pero el prematuro fallecimiento de Eutarico (522) acabó con cualquier posible proyecto diseñado a tal efecto.

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