Amos y Mazmorras XIII by Lena Valenti

Amos y Mazmorras XIII by Lena Valenti

autor:Lena Valenti [Valenti, Lena]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2019-04-01T04:00:00+00:00


La Gruta

En la parte superior, donde se mostraban las ocho celdas acristaladas de los Amos del Reino, había una novena que no estaba a la vista de todos.

La llamaban la Gruta. Era oscura y solo quedaba iluminada por pequeñas luces leds rojizas dispuestas alrededor de los zócalos y en los techos que otorgaban un ambiente de intimidad y secretismo solo disponible para aquellos que más sabían.

De los techos pendían cadenas, había una cruz de San Andrés al final, como si fuera el altar de una iglesia.

En el centro de la sala una mesa redonda de mármol fino esperaba por dos comensales más.

En ella, sentados y rodeados por el magnetismo del que es Dómine se encontraban Dómina Trix y Derek el Griego, cada uno con una sumisa a su lado. Las dos chicas, una morena de pelo liso y la otra rubia con un moño alto, estaban muy excitadas y nerviosas y les habían cubierto los ojos con vendas negras. Tenían las manos relajadas sobre la superficie perlada de la mesa, como si fueran dos señoritas educadas.

—¿Y las Arpías? —preguntó Koda—. ¿No venían a jugar?

Jessica se reclinó en su trono de piedra. Allí todas las sillas eran iguales, como si en ellas se sentaran los caballeros del Rey Arturo.

—Deben estar al llegar —le contestó Trix—. Están jugueteando con un grupito de despedida. Creo que les están haciendo llorar.

Koda se echó a reír y se imaginó el percal.

—¿A quién has traído? —preguntó Derek.

—Ella es Sky.

—Bonito nombre —adujo la rubia Trix—. Estas son Sandrine —presentó a su sumisa—. Y la de Derek es Coral. Han querido venir esta noche.

—¿Han querido venir? —repitió Sky.

—Todos los Amos del Reino tienen a sus sumisos de toda la vida. Les instruyen. Y pueden invitarlos cuando ellos quieran. Hoy es día de competición.

—¿Día de competición? Sé que parezco un loro repitiéndolo todo, pero…

Koda la disculpó con una sonrisa para tranquilizarla.

—El día de baraja es un juego para los Amos. Tenemos una tablilla para conseguir puntuaciones.

—¿Competís entre vosotros?

Derek y Trix asintieron y después se miraron el uno al otro decididos a buscarse las cosquillas y a competir entre ellos. Había una rivalidad subyacente entre los dos dómines.

—¿Entras a jugar conmigo, Sky? —le preguntó Koda.

—¿Contigo? ¿Aquí? —Sky estudió el habitáculo y los dómines presentes.

—Sí. Aquí.

—¿Y en calidad de qué juego? —quiso saber ella intrigada.

—En calidad de mi acompañante —calló unos segundos y añadió—: Y mi sumisa.

—¿Tu sumisa?

—Estas cosas se hablan afuera —indicó Derek provocando a Koda.

—Cómeme la polla —le espetó Koda. Derek y Trix se echaron a reír. Después volvió a concentrarse en ella—. ¿Quieres experimentarlo?

—Sí —contestó ella sin echarse atrás.

—Bien. Recuerda que debes obedecerme en todo.

—Vale.

—Siéntate —le pidió Koda.

Sky obedeció. Tenía un gusanillo extraño en la boca del estómago. No lo había sentido nunca antes, excepto cuando vio a Koda en el Hard Rock a través del monitor. Era una buena sensación, de eso estaba segura.

Trix señaló las cartas que había en el centro de la mesa.

Koda se quitó la americana negra y la dejó perfectamente colocada en el respaldo de la silla.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.