Vivir el presente by Alan Watts

autor:Alan Watts [Watts, Alan]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Espiritualidad
editor: ePubLibre
publicado: 1986-12-31T16:00:00+00:00

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ESTRUCTURA CARENTE DE BASE

Hace mucho tiempo se creía que la Tierra reposaba sobre una tortuga gigante. No sé por qué la gente pensaba exactamente en una tortuga, pero después de todo, la Tierra tenía que reposar sobre algo. La mente busca sin descanso una base para todo de la misma manera que busca una causa. La mente no parece satisfacerse con una inacabable serie de causas, una tras otra, ad infinitum, y por lo tanto busca una primera causa. Por algún medio, la mente es capaz de sentir que puede existir una primera causa que no necesita estar basada en nada más, algo que es autosuficiente, de aquí la idea de Dios como causa primigenia, como el eterno e inmutable hacedor y sostén del universo. A mi entender, esta es una solución muy decepcionante para la búsqueda de la mente porque se llega a un punto en donde, casi de manera arbitraria, decidimos abandonar la búsqueda de una base.

Cuando los niños, con la sabiduría que parecen poseer todos ellos, preguntan quién hizo el mundo y les respondemos: «Dios hizo el mundo», después vuelven a preguntar: «¿Quién hizo a Dios?». Los niños, a su fastidiosa y molesta manera pueden preguntar por qué, por qué, por qué, quién lo hizo, quién lo hizo, quién lo hizo, ad infinitum. Finalmente les decimos: «Querido Johnny, cállate. Ya está bien». A mí también me da la impresión de que el filósofo que de alguna manera consigue llegar a algo que le parece la base, es porque se ha dicho a su propio proceso de pensamiento. «Ahora cállate, ya es suficiente. Tenemos que llegar a un punto en que no nos hagamos más preguntas». Por ello tenemos que hallar los cimientos de los cimientos, la substancia de la substancia, lo sólido de lo sólido sobre lo que todo descansa, y a eso es a lo que me refiero como lo real, lo fundamentalmente final.

Si pensamos acerca de ello un poco más, nos daremos cuenta de que lo que hemos hecho es lo siguiente: simplemente nos hemos detenido, o hemos encontrado un método de posponer futuras preguntas. Después de todo, si tenemos la necesidad de conocer la base de este mundo en el que vivimos, y no podemos tolerar el pensar que no la tiene, que no está fundamentado en nada, entonces seguramente el mismo cuestionamiento y la misma insatisfacción podrían aplicarse a cualquier concepción de algo que no tenga base.

Si Dios, por ejemplo, no tiene base o si dijéramos que Dios es su propia base, entonces ¿por qué no podríamos decir que el universo no cuenta con base porque el universo es su propia base? Claro está que los componentes individuales del universo son transitorios. La transitoriedad, el cambio de forma y patrón sigue y sigue y sigue. ¿No podría ser esta la propia base? ¿Es que debe encontrarse en alguna otra cosa? Históricamente la física occidental ha sido la búsqueda de la base. El físico empezó por querer saber cuál era el material, qué era la materia, y en el transcurso de sus estudios, esta búsqueda fue abandonada.

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