Viviane Élisabeth Fauville by Julia Deck

autor:Julia Deck [Deck, Julia]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2012-01-01T00:00:00+00:00

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Viviane, piensa en tu carrera. Sabes que ya no tienes veinte años, que las jóvenes están al acecho, dispuestas a tomar tu lugar, a torcerte el cuello. A lo mejor ya se instalaron en tu gran oficina de la rue de Ponthieu, ya dejaron morir tus helechos, tiraron todas tus lapiceras, cambiaron los pósteres de los maestros florentinos por fotos de flores, droseras, urticularias, y pronto ya no serás nadie.

También sabes que no te mereces los cuatro mil quinientos euros netos por mes. Llegaste a tu tope, ya no le puedes dar nada a Bétons Biron. Hace años que te pagan para ronronear en tu oficina con aristas aglomeradas; toda la gama de falsos muebles de tonos grises que velan tu sueño mientras finges concebir presentaciones, puntuar folletos, armar páginas web.

Viviane, retoma tu puesto. No es a tu edad y con descendencia que vas a partir de cero, empezar desde abajo de todo y subir los escalones de la humillación. No hay lugar para todos, y tú tienes el tuyo y lo vas a defender. Tu hija no conocerá a una madre desocupada, que haga la ronda de prestaciones sociales, que cuente las monedas que le tiraron en un vaso de plástico mientras los pasajeros fruncen la nariz con los olores que habrá dejado al pasar por el vagón.

Heloïse es la joven que contrataste para que te reemplazara durante la licencia por maternidad. Heloïse es egresada de un gran instituto de comunicación, hace excelentes presentaciones y domina la ortografía. Durante las dos semanas de traspaso a principios del verano, apenas encontraste algunos participios imprudentes aquí o allí, pero era un placer corregirlos con ruidosas manifestaciones de indulgencia. Se llevaron bastante bien las dos. Más les valía porque Jean-Paul Biron las iba observando con el rabillo del ojo, y tú también lo observabas para controlar que no se detuviera demasiado en el fuselaje de Heloïse, de modo que cuando te libraras de esa niña que te moldeaba las caderas volvieras a tener tu papel de favorita.

Hoy es lunes 22 de noviembre, y ya es tiempo de hacer un balance. Te pusiste un piloto ajustado, una camisa que forma un valle oscuro en la garganta y un pantalón negro un poco ancho. Frente al espejo, te pareció que el conjunto marcaba bastante bien tu porte de antaño, tus proporciones restablecidas. Sí, Viviane, todavía puedes crear una ilusión en la place de l’Étoile y aparentar ser una ramera de lujo frente a los turistas mal informados.

Empujas la puerta giratoria de Bétons Biron con paso conquistador, levantando una ola de alegría detrás del mostrador donde están las recepcionistas. Efectivamente, las dos jóvenes muestran ciertas reservas respecto de Heloïse, que tiene la misma edad que ellas y mejores títulos, pretensiones y actitudes que dan ganas de verla largarse. Disimulas tu alegría bajo una máscara de simpatía. Pero se pueden quedar tranquilas: en tres semanas habrás retomado las riendas, las tendrás firmemente en las manos, y más vale que las ambiciosas obedezcan.

Pero no todos opinan que la personalidad de Heloïse sea dañina para el buen funcionamiento de la empresa.

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