Un tesoro debajo del agua by Sarah Allen

autor:Sarah Allen
La lengua: spa
Format: epub
Tags: esperanza, Best seller New York Times, entrañable, Amor, vínculos familiares, Hermanas, feel good, Middle grade, Ansiedad, Depresión, Juvenil realista, Bajo la misma estrella
ISBN: [ISBN aquí]
editor: Roca Editorial de Libros
publicado: 2022-08-30T00:00:00+00:00

Atravesamos el centro de Houston bastante deprisa. Pronto dejamos atrás los altos edificios de oficinas, nos adentramos en barrios residenciales, y al final aparcamos la autocaravana en la entrada de una pequeña casa de ladrillo marrón con el césped tan recién cortado que hay briznas de hierba en la acera.

Una mujer alta, con el pelo rubio recogido en un moño deshecho, corre a recibirnos, y Ellie es la primera en bajar. Darcy está mucho más morena que la última vez que la vi.

Yo sigo en la autocaravana y no oigo lo que dicen, pero Ellie le da un fuerte abrazo a Darcy que dura mucho tiempo. Sigo a Ruth fuera. Por fin, Ellie suelta a su hija. Eddie le pasa un brazo por encima y todos se giran hacia mí y Ruth.

—Hola, chicas —dice Darcy—. Cuánto tiempo. —Se escabulle entre los brazos de sus padres y nos abraza, primero a Ruth y luego a mí. Siempre he pensado que tiene la voz más profunda y madura de la edad que aparenta físicamente. Mira de arriba abajo a Ruth y sonríe, dejando ver dos incisivos ligeramente torcidos—. ¡Qué pelo tan chulo! —exclama—. Nunca me he atrevido a llevarlo así.

Suena sincera, tan sincera que la boca de Ruth se estira en una sonrisa.

—Gracias —le dice.

Ruth me ignoró la última vez que intenté hacerle un cumplido sobre su pelo. Dos minutos con Darcy y ya ha conseguido que se prodigue con una de sus escasas sonrisas. Debería estar acostumbrada a este sentimiento de injusticia que burbujea dentro de mi caja torácica, pero aun así rompe contra mis costillas como las olas contra un acantilado. Por supuesto, no digo nada. No quiero empeorar las cosas.

—No pensaba que la casa estuviera tan bien

—dice Ellie—. Con lo barato que es el alquiler.

Darcy asiente.

—Chelsea y yo tenemos un lavadero y todo. Y en el sótano hay un montón de ventanas, así que hay bastante luz. Venid, que os la enseño.

—¿Seguro que a los García no les importará que dejemos aquí la autocaravana? —pregunta Ellie.

—No, no, para nada. Son supermajos. Y además nuestra entrada está en la parte de atrás, así que no los molestaremos en absoluto.

Nos encaminamos todos hacia el lateral de la casa.

—¿Y qué tal la uni? —pregunta Ruth como si estuviera de verdad interesada—. ¿Qué estabas estudiando?

Con el meme, el tatuaje y la ciruela, he visto que Ellie tiene algún tipo de magia que ayuda a Ruth a respirar un poquito mejor, y está claro que Darcy también la tiene.

«Porfa, porfa —pienso—, que funcione.

»Y que me salpique un poco a mí.»

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