Un lugar donde morir by Burton Hare

Un lugar donde morir by Burton Hare

autor:Burton Hare
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Intriga, Policial, Novela
publicado: 2014-04-22T22:00:00+00:00


CAPÍTULO VI

Cuando fui por el coche, me encontré con la desagradable sorpresa de ver que, estacionado al otro lado de la calle, había otro con las luces apagadas. No llevaba distintivo alguno pero fue suficiente ver su larga antena y los dos tipos que aguardaban en él para comprender que la policía lo había localizado, y sólo esperaban a que yo fuera a buscarlo para caerme encima.

Debido a eso, emprendí el camino del hotel a pie, pero en lugar de dirigirme a la entrada principal, busqué el callejón trasero, donde no había vigilancia, y entré al edificio sin ser visto.

Mi habitación estaba abierta, vacía y limpia. No habían considerado necesario establecer vigilancia en ella, contando con que me cazarían tan pronto entrase por la puerta principal.

Bien, me acosté después de cerrar la puerta, y nada turbó mi sueño hasta la mañana siguiente. Después de vestirme, abandoné la habitación, busqué otra cuyos huéspedes hubieran salido, y desde ella comuniqué con el gerente.

Pareció asombrarse de oír mi voz.

—¿Cómo demonios ha conseguido zafarse de esa jauría? —indagó.

—Se lo contaré en otra ocasión. ¿Dónde podríamos vernos?

—Ya que está usted en el hotel, suba por la escalera hasta el último piso. Mi apartamiento está frente a la escalera. Estaré esperándole.

Hice lo que me pedía, y lo encontré detrás de la puerta entornada. Me miró con admiración cuando hubo cerrado.

—Francamente, Curtis —dijo—; no creí que pudiera lograr esquivar tanta vigilancia… Incluso tienen su coche localizado. Lo dijeron anoche.

—Lo sé. ¿Todavía siguen abajo?

—Seguro. Se relevan regularmente. Parece que el capitán Belling ha hecho una cuestión de honor echarlo de la ciudad a puntapiés.

—Ya me dijo que lo haría.

—¿Dónde ha pasado la noche, amigo?

—Aquí.

—¿Cómo?

—En mi habitación, naturalmente. Ellos esperan verme entrar por la puerta principal… Bueno, entré por la de servicio. No soy un huésped muy exigente en estas cuestiones. Y ahora, al grano; es posible que esta noche consiga una prueba definitiva contra la camarilla que domina esta ciudad. En caso de lograrlo, ¿debo entregársela a usted, o encargarme yo personalmente de utilizarla cerca del gobernador?

Titubeó. Sus ojos relucieron de excitación.

—Presumo que usted podrá sacar más partido de esa prueba, sea la que sea, que yo mismo…

—Okey. Hay otra cosa que quiero discutir con usted…

—Adelante, Curtis. Creo que hago una buena inversión con este asunto. ¿Qué puedo hacer por usted?

—Voy a necesitar un coche, potente y rápido.

—Bueno, yo poseo un «Cadillac» modelo actual…

—No sirve. Seguramente, la policía lo conoce.

—Naturalmente. Además, es muy llamativo en cuanto al color.

—Debe ser un coche rápido… un deportivo de dos plazas sería ideal.

—Puedo conseguirlo —masculló, dubitativo—. Pero me gustaría saber para qué va a necesitarlo y qué se propone hacer…

—Si se lo dijera, no le gustaría. Es más, tampoco le garantizo que el auto resulte intacto, después de utilizado.

—Eso me gusta menos… tenga en cuenta que el coche no es mío.

Me encogí de hombros.

—Trate de comprar uno de segunda mano, en buen estado. No importa que la carrocería esté impecable. Necesito un motor y una dirección capaces de sacarme de cualquier aprieto, eso es todo.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.