Tengo un Whatsapp (Spanish Edition) by Susana Rubio Girona

Tengo un Whatsapp (Spanish Edition) by Susana Rubio Girona

autor:Susana Rubio Girona [Rubio Girona, Susana]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2017-12-13T23:00:00+00:00


Indescriptible

Después de unos delicados besos por mi espalda, Víctor salió despacio y se fue al baño. Yo me quedé en la misma posición, boca abajo, con la boca medio abierta, recuperando la respiración y todavía subida en esa noria de placer. ¿Cómo había logrado Víctor que llegara dos veces? Qué más daba, me lo había pasado de puta madre. Me reí por mi expresión. Estaba tan a gusto que no necesitaba nada más, aunque Víctor era muy… detallista.

Se colocó a mi lado, apoyándose en su codo y me acarició el pelo, sin hablar. Giré mi cabeza hacia él y nos miramos a los ojos. ¿No se estaba poniendo aquello demasiado intenso para ser dos completos desconocidos?

Su media sonrisa me llevó a sonreír también.

―No hace falta hacer la típica pregunta, tienes buena cara ―dijo resiguiendo mi rostro con su dedo.

―Te aseguro que no hace falta, si hablamos de lo mismo, claro.

Esa típica pregunta supuse que era la de ¿qué tal? o ¿he estado bien? O lo que fuera que se preguntaran.

―¿Con cuántos chicos has salido? ―preguntó interesado.

―¿Perdona?

Su sonrisa se alargó y la mía la sustituí por un ceño fruncido.

―¿Lo dices por algo? ―le pregunté mosqueada.

―Eh, eh, nena, no seas tan malpensada ―respondió sonriendo―. Es curiosidad, nada más.

¿Estaba yo un poco a la defensiva? Quizá. Pero que después de acostarse conmigo me preguntara eso…

―Pues yo no te lo voy a preguntar porque supongo que no las llevas contadas, ¿o sí? ―Alcé las cejas esperando su respuesta.

―A ver, una cosa es salir con una chica y otra un rollo, ¿no? Yo solo he salido con dos chicas en serio. Con la primera tenía diecinueve años y estuvimos apenas seis meses. Creía que estaba enamorado pero no, no fue nada serio. Y de la segunda ya conoces la historia. ¿Y tú?

Me abrazó y nos tapamos con la colcha de mi cama.

―Pues… con dos. Salí con Ángel a los dieciocho y con Marco, mi ex, con quien hace unos cinco meses lo dejamos.

Y ahora él quería volver.

Sentí una punzada en el estómago, como si el estar en la cama con otro fuera una traición. Menuda gilipollez.

―¿Te fuiste a Bristol por él? ―preguntó Víctor.

―Sí ―respondí con sinceridad, ¿para qué mentir?―. Por él y porque no podía estar más en mi casa, con mi madre pidiéndome que le perdonara, que hablara con él. Una locura.

―¿Qué ocurrió?

Suspiré y cogí aire.

―Llevaba tres meses enrollado con una de mis amigas. Con Nerea. Los pillé por casualidad y él lo reconoció al momento. Lo dejamos ahí, por supuesto, y él siguió con ella.

―Vaya, esto de los cuernos está a la orden del día.

―Eso parece ―le dije sin saber si decirle más pero había algo en Víctor que me inspiraba confianza y seguí hablando―. Ayer mismo recibí un correo suyo. Quiere volver conmigo.

―Ajá, está arrepentido y no debió liarse con tu amiga.

―Algo así…

―Igual que Tania.

Nos quedamos callados unos segundos y nos miramos a los ojos. ¿Qué pasaba por esa cabeza? ¿Estaba planteándose volver con ella? No me parecería tan extraño. Tania había sido su primer amor, por así decirlo, y además la chica era guapa de verdad.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.