Seducción por venganza by Susan Napier

Seducción por venganza by Susan Napier

autor:Susan Napier
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 1999-09-30T22:00:00+00:00


Capítulo 7

A las once de la mañana del día siguiente, Regan tuvo la desagradable sorpresa de encontrar al hipócrita y mentiroso riendo y charlando con Hazel y Sir Frank mientras Alice Beatson le servía un plato de huevos revueltos y pastel de salmón.

—Buenos días, Regan —dijo Hazel desde la cabecera de la mesa—. ¡Mira quien ha venido para almorzar con nosotros!

Mientras Sir Frank agitaba su cuchillo lleno de mermelada a modo de saludo, Joshua se puso en pie y rodeó la mesa para sacar una silla justo frente a donde estaba sentado él.

Regan se sentó asintiendo ligeramente.

—Gracias.

—Buenos días, Regan.

—Buenos días —repitió ella apretando los dientes.

Aceptó el zumo de naranja que Alice le ofrecía y un plato con fruta y yogurt.

Después, miró a su alrededor y sonrió con sorpresa cuando la saludaron.

—Hola.

—Hola, Ryan —respondió ella—. ¿Estabas en la fiesta anoche? No te vi.

—No. El lunes empiezo los exámenes y tenía que estudiar.

Mientras se sentaba al lado del chico, Joshua levantó la cabeza.

—¿Os conocíais?

—Más o menos —contestó Regan.

Ese día, el joven se había recogido el pelo en una coleta y llevaba una camiseta marrón que aún le hacía parecer más delgado.

—Ayer nos encontramos por casualidad y cruzamos unas palabras, ¿verdad, Ryan? —con los ojos, Regan le pidió que no le contradijera.

—Sí. ¿Viste alguno más de esos pájaros? —le preguntó Ryan alzando demasiado la voz.

Sir Frank frunció el ceño.

—No es necesario que grites, chico, no estamos sordos.

—Perdón, es que creía que Regan era dura de oído —contestó Ryan con ojos inocentes tras las gafas.

¡El maldito niño!, pensó Regan, lanzándole una mirada asesina a la que él respondió con una maliciosa sonrisa mientras se metía otro trozo de torta en la boca.

—¿Por qué dices eso? —preguntó Hazel.

Ryan encogió sus delgados hombros, señalándose las hinchadas mejillas para indicar que tenía la boca llena y que no podía hablar.

—Debe de ser una confusión —dijo Regan apresuradamente—. Estábamos observando unos pájaros, por lo que hablábamos muy bajo y...

—¿Observando pájaros? —Joshua arqueó las cejas; después, miró al chico, que masticaba las tortas—. ¿Desde cuándo tienes esa afición, Ryan? Creía que el espacio cibernético era toda tu vida. En fin, supongo que la flora y la fauna nativas pueden considerarse un progreso comparado con pasarse todo el día delante de un monitor; así, al menos, te da el aire.

—No hay límites para una mente inquisitiva —observó Regan sarcásticamente—. En mi opinión, a los niños debería animárseles a encontrar interés en todo, sin limitarles e inhibirles a que quieran aprender...

Ryan se tragó lo que tenía en la boca para protestar.

—Yo no soy un niño.

—Estaba hablando en términos generales. Tanto si se tiene cinco, como quince, como cincuenta siempre se es el hijo de alguien —contestó ella diplomáticamente, metiendo la cuchara en la fruta con yogurt.

—Sí, pero yo no soy un niño. Un niño es alguien entre el momento del nacimiento y la pubertad —aclaró Ryan.

Regan recordó la discusión del día anterior.

—Según el diccionario, un niño también es el hijo de un ser humano...

—Pero no en la primera acepción de la palabra —le interrumpió Ryan obstinadamente—.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.