Poseídos (Spanish Edition) by Cristian Blanco

autor:Cristian Blanco
La lengua: spa
Format: mobi
publicado: 2014-10-28T22:00:00+00:00

Los escalones que ascendían al vetusto edificio de hierro y ladrillo del Luddock High School no estaban atestados de estudiantes como era costumbre a la hora de marchar. La gran mayoría se habían marchado corriendo a sus casas para preparar el Baile Reverso del Arce e intentar controlar los nervios. En cuanto a los abnegados profesores que les tocaría vigilar que ningún alumno bebiera alcohol o creara problemas esa noche, habían desaparecido aún más rápido que sus estudiantes. Les esperaba una noche haciendo de niñeras de adolescentes con las hormonas descontroladas y era necesario descansar para una tarea como aquella.

John y Harry estaban apoyados sobre las resbaladizas barandillas metálicas, las cuales estaban ardiendo debido al inusual calor de aquel día. Tommy, vestido con una camiseta negra de Iron Maiden y con el pelo recogido en una especie de moño sobre la cabeza, rodeaba con sus brazos a una atractiva morena de ojos marrones. Sus ojos eran grandes y almendrados y sus labios gruesos y sensuales. Dejaba ver su piel morena gracias a un escueto top negro y una minifalda de cuadros escoceses que remataba con unas botas de cuero negros. Cuando Ismael empezó a bajar los escalones, intentando controlar el nerviosismo que sentía tras el encuentro con Abbiatti y los demás, no pudo apartar la mirada de la muchacha. No sólo porque era una chica muy atractiva si no porque pensó que la exótica muchacha(a la que juraría que no había visto jamás) parecía hecha a la medida de Karloff.

–Hola, tíos–Saludó, intentando disimular la angustia que amenazaba con atacarle el estómago.

– ¿Qué hay, Wellings? ¿Te has entretenido metiendo mano a la Winters? –Dijo Tommy con su sonrisa burlona pintada en el rostro.

Ismael se ruborizó y apartó la vista. No quería contarles a sus amigos nada de lo sucedido. No querría arruinar a nadie aquella noche tan importante.

–Que mono –Comentó la acompañante de Tommy mientras besaba al chico en la oreja. Luego, rodeó el cuello del muchacho con sus brazos y le besó con tanta fuerza que el impávido Tommy, retrocedió dos pasos. Le acarició el abdomen, todavía fuerte y duro, pese a las cervezas que se bebía como si fueran vasos de agua y dijo en voz alta para que le escucharan todos:

–No tardes en venir. Tenemos toda la casa para nosotros y quiero ducharme antes de ir al baile.

–Claro nena–Respondió Tommy con aplomo, mientras se arreglaba el recogido de su pelo que se había soltado tras el beso de la chica.

La joven guiñó un ojo a los amigos de Tommy y fue, balanceando las caderas como si por sus venas corriera música salsa. Mientras caminaba en dirección a la calle Haland, la mayoría de transeúntes masculinos se giraron para poder ver mejor ese torbellino de deseo con piernas.

–Eres un cabrón con suerte –Dijo Harry mientras su mirada se perdía en el trasero de la chica.

–No te quejes, te he dado material para pajas para una semana por lo menos, pringado

– ¿Hace falta ser tan cerdo?–Preguntó John pero sonreía. El bastardo de Karloff sabía cómo tocarle la fibra a la gente.

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