Papá, ¿por que existen las moscas? by Óscar Pintado

Papá, ¿por que existen las moscas? by Óscar Pintado

autor:Óscar Pintado
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ediciones Rialp, S.A.
publicado: 2011-05-20T00:00:00+00:00


24. SOLO YO SÉ LO QUE SIENTO

Qué difícil es hablar de los sentimientos. Quienes se dedican a la antropología filosófica suelen distinguir entre emociones, pasiones y sentimientos, situándolos dentro de un concepto más amplio capaz de recogerlos a todos: los afectos. La afectividad es una de las facultades más importantes de los seres humanos, puesto que se refiere a cómo nos vemos afectados, cómo nos afecta el mundo, los otros y cómo somos incluso vulnerables ante nosotros mismos. Al margen de clasificaciones más o menos técnicas, podemos utilizar como sinónimos 'sentimiento' y 'afecto'.

Algo de mágico ha de haber en los sentimientos cuando tantas personas coinciden en señalar que es la faceta más importante de las personas. Que son lo que mueve el mundo, lo que nos define, por encima de otras facetas... 'No tiene sentimientos', decimos al referirnos a una persona despiadada. Y no es muy exacto, porque los tiene, pero despiadados. La piedad es un sentimiento, pero el odio también lo es. Como la compasión y la envidia, la ira y la alegría, la nostalgia y la euforia, el entusiasmo y el miedo. ¿Por qué resulta tan complicado hablar de esta faceta humana? En buena medida se debe a que no todos los afectos conmueven del mismo modo, ni durante el mismo tiempo ni con la misma intensidad.

Pero hay quien cree que el principal obstáculo para poder hablar de la afectividad es que posee un carácter privado. Los que así opinan son aquellos que declaran con solemnidad eso de 'solo yo puedo saber lo que siento'. Creo que hablar o discutir acerca de sentimientos no ofrece más dificultades que referirse a cualquier otra capacidad de los seres humanos. Y, no obstante, tendemos a pensar que son algo misterioso y oculto porque pensamos que son privados. Pero no lo son. Veamos por qué.

Muchos estarán de acuerdo con David Hume al entender que el conocimiento es tanto más claro cuanto más intenso. Es decir, lo que veo con mis propios ojos sería lo que no ofrece dudas. Puedo mantener mi reserva acerca del resultado de una operación matemática, no digamos cuántas dudas pueden presentárseme a la hora de juzgar sobre un juicio moral o sobre una cuestión de carácter político. ¿Quién puede estar completamente convencido de que sus ideas son verdaderas? Sin embargo, cuando me quemo, estoy completamente seguro de que me estoy quemando, y no porque observe el cambio de color y de textura de mi mano, sino porque lo siento en mis carnes. Y lo mismo ocurre en el caso de los sentimientos; cuando estoy alegre, yo siento esa alegría y con eso es suficiente para estar completamente persuadido de que estoy alegre. Sirva el argumento también para el miedo, la angustia, la melancolía o el enamoramiento. Así pensaba Hume y muchas personas aún hoy, con él. El principal problema que se le planteó al filósofo escocés fue la imposibilidad de salir de su propia subjetividad, del umbral de su propia experiencia, para poder conocer con seguridad. Llegó a



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.