Montecarlo. Libro 1 by Robyn Hill

Montecarlo. Libro 1 by Robyn Hill

autor:Robyn Hill
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Erótico, Novela
publicado: 2015-06-22T22:00:00+00:00


Capítulo 6

Cuando Audrey se despertó al día siguiente, estaba plenamente convencida de que lo sucedido no había sido más que un vívido sueño. Era inconcebible que Vincent la hubiera besado como solo dos amantes lo hacen. Pero lo había hecho.

¿Cómo se supone que la vida debe continuar después de una situación de esa magnitud?, se preguntó. Costaba creer que simplemente se trataba de levantarse la cama y encarar el día como si besarse torridamente con tu hermanastro la noche anterior fuera algo cotidiano, sin estridencias.

Deseaba por un lado borrar de su cabeza lo sucedido, porque se trataba de algo que, a todos luces, era erróneo. Sin embargo, la euforia por constatar que Vincent la deseaba, incluso después de tantos años, no dejaba de cosquillearla. En sus manos aún guardaba el prodigioso tacto de su fresca y suave piel…

Por fin, después de convencerse que era peor quedarse en la cama rumiando, se levantó y se tomó una ducha. Bajó a desayunar más temprano de lo habitual. Era el día del Champions Tour y necesitaba llegar temprano al Club de Hípica. Además, así evitaba a Vincent. Quizá ahora también esté recordando nuestro beso, pensó.

También recordó las caras de estupefacción de Guillermo II, y su distinguida esposa al contemplar el torso desnudo de su hermanastro. Soltó una pequeña risotada de repente antes de entrar en el comedor.

Su madre y su hermano ya estaban a la mesa cuando ella apareció. Sintió cómo el peso de sus miradas la atravesaban por la mitad. Lo saben, no sé cómo, pero saben que anoche me besé con Vincent y que estuvimos a punto de tener sexo, pensó tragando saliva.

—¿Nerviosa? —preguntó su hermano mientras echaba azúcar a su café con leche.

—¿Por? —preguntó mientras un camarero le servía zumo de naranja recién exprimido.

—Por lo de esta mañana, qué a va a ser, Audrey —dijo su madre sonriendo.

Miró fugazmente a su madre y a su hermano, y maldijo su idea de desayunar. Hubiera sido más sosegado para ella ir directamente al Club de Hípica sin verles.

—Estoy bien —dijo enterrando la mirada en el zumo.

—Pues a mí me parece que estás un poco tensa —dijo Bruno.

—He dicho que estoy bien, ¿vale? Métete en tus asuntos—dijo con la cara seria.

Bruno y su madre intercambiaron una perpleja mirada. Nunca habían visto a Audrey tan nerviosa el día de competición.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.