Microsoft Word - Doc1 by Daniel

autor:Daniel [Daniel]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2012-05-17T16:46:05+00:00

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influencia de sus cromosomas sexuales tenderían a mostrar favoritismo hacia sus parientes del mismo sexo en

lugar de hacia el sexo opuesto. Los genes para un cuidado de los parientes independiente del sexo no serían

fuera de la ley.

El valor del experimento mental del cromosoma sexual fuera de la ley no se basa en su plausibilidad

– que, como Hamilton, no valoro demasiado – sino en el hecho de que centra nuestra atención en la

importancia de la discriminación. El sexo de otro individuo se usa como etiqueta para identificarlo como

miembro de una clase de individuos sobre los que se sabe algo de su genética. En la teoría ordinaria de la

selección de clase, la relación (o más bien alguna correlación próxima de relación como la presencia en el

propio nido de uno) se usa como etiqueta indicando una probabilidad mayor que la media de compartir un

gen. Desde el punto de vista de un gen en un cromosoma Y, el sexo de un pariente es una etiqueta que marca

la diferencia entre la certeza de compartir un gen y la certeza de no compartirlo.

Observe, por cierto, la ineptitud de las nociones de aptitud individual, o incluso de la aptitud global

tal como se entienden habitualmente, al tratar de situaciones como esta. El cálculo normal de aptitud global

hace uso de un coeficiente de relación como una cierta medida de la probabilidad de que un par de parientes

compartan un gen determinado, idéntico por ascendencia. Esta es una buena aproximación siempre que los

genes implicados no tengan mejor forma de ‘reconocer’ copias de sí mismos en otros individuos. Si un gen

está en un cromosoma y puede usar como etiqueta el sexo de los parientes, sin embargo, su mejor

‘estimación’ de la probabilidad de que un pariente comparta una copia de sí mismo será una mejor estimación

que la que le aporta el coeficiente de relación. En su forma más general, el principio de genes que parecen

‘reconocer’ copias de sí mismos en otros individuos se ha apodado el ‘efecto de la barba verde’ (Dawkins

1976a, p. 96, siguiendo a Hamilton 1964b, p. 25). Los barba verde o ‘reconocimientos de alelos’ se han

descrito en la literatura como fuera de la ley (Alexander & Borgia 1978; Alexander 1980), y se discutirán por

tanto en este capítulo, aunque, como veremos, su estatus de fuera de la ley necesita un examen cuidadoso

(Ridley & Grafen 1981).

El efecto de la barba verde reduce el principio de ‘auto-reconocimiento’ del gen a su nivel más

esencial de una forma hipotéticamente irrealista, pero sin embargo instructiva. Se postula un gen que tiene dos

efectos pleiotrópicos. Un efecto es conferir una etiqueta conspicua, la ‘barba verde’. El otro efecto es conferir

una tendencia a comportarse altruistamente con los portadores de la etiqueta. Semejante gen, si alguna vez

surgiera, sería fácilmente favorecido por la selección natural, aunque sería vulnerable a un posible mutante

que confiriera la etiqueta sin el altruismo.

Los genes no son conscientes como diablillos, capaces de reconocer copias de sí mismos en otros

individuos y de actuar de forma acorde a ello. La única forma de que el efecto barba verde surja es la

pleiotropía incidental.

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