Maureen by Angy Skay & Belén Cuadros

Maureen by Angy Skay & Belén Cuadros

autor:Angy Skay & Belén Cuadros
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 2016-04-22T22:00:00+00:00


17

Cork

Uno de los días que en los que estábamos mi padre, Alison y John en la cocina, se me ocurrió contarles mi relación con Aidan, mi padre no se lo tomó demasiado bien.

—Tengo que contaros una cosa…

Me retorcí las manos nerviosa. Realmente no tenía nada que esconder, pero el simple hecho de que a Aidan, lo conocían muchas personas y no por su buena fama que se diga, me ponía histérica. Miré a John que cómplice de lo que iba a contarles, asintió para que siguiera.

—¿Pasa algo? —preguntó mi padre.

Alison se giró y dejó de pelar las patatas que tenía en la mano.

—Pues… La verdad es que no. Solo quería contaros que…

Miré de nuevo a John. Esta vez mi padre arrugó el entrecejo.

—Maureen, ¡quieres hablar ya! —Se desesperó mi padre.

—Estoy saliendo con un chico…

No me dejó terminar.

—¡¿No estarás embarazada?! —Chilló asustado.

Al ver que no contestaba, ya que me quedé en estado de shock, mi padre siguió con la retahila sin dejarme hablar. Alison no daba crédito a lo que allí estaba pasando y John, simplemente se descojonaba a mi costa apoyado en el marco de la puerta.

—Madre mía Maureen, ¿en qué estabas pensando? Con el buen porvenir que tienes por delante y ahora un bebé. ¡Dios mío! ¡¿Qué vamos a hacer?!

—Papá, no estoy embarazada.

Respiró aliviado.

—Uf, menos mal…

—Estoy saliendo con Aidan.

—¿¡QUÉ!? —Abrió los ojos en su máxima expansión—, ¿qué Aidan? No será Aidan, el que es amigo de tu hermano…—Me señaló a mí y después a John.

—El mismo —respondí lo más tranquila que pude.

—Maureen, ese chico no te conviene, ¿tú has oído lo que dicen de él por ahí?

Pareció enfadarse, a lo que yo, seguí con mi gesto pasivo.

—Lo que dicen por ahí no es cierto papá, Aidan es un buen chico.

—Es verdad papá, la gente tiene muy mala lengua. Es más, le has visto, trabaja para ti y no te ha dado motivos para desconfiar de él —intervino mi hermano John.

—Pero, ¿no crees que es muy precipitado decir que “es tu chico” cuando ni siquiera le conoces?

No entraba en razón.

—Le conozco lo suficiente. —Afirmé.

—Yo creo que no sabes lo que estás diciendo, estoy seguro que hay más chicos que te merezcan antes que…

Alison no le dejó terminar la frase.

—Séan —le llamó—, déjala. Es mayor, ella sabe lo que hace y lo que no. No juzgues a nadie sin saber cómo es.

—Alison, sé lo que dice la gente de ese muchacho y no se mueve en buenos ambientes, sé lo que estoy diciendo.

Ella le ignoró por completo y me miró, se acercó a mí y cogió mis manos con cariño.

—Cielo, disfruta del momento y aprovéchalo al máximo y si luego sale mal… pues… aquí estaremos nosotros.

—¡Claro! Aquí estaremos nosotros para consolarla, ¿y no es mejor prevenirla? —preguntó mi padre empezando a enfadarse más de la cuenta.

—Papá, en serio, Aidan no es como lo imaginas —Volvió a intervenir John.

—Séan, ella es libre de saber con quién quiere estar, ¡no puedes decidir por Maureen!

Al ver que el ambiente se empezaba a caldear más de la cuenta, decidí intervenir para zanjar el tema.



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