Matrimonio real by Christine Rimmer

Matrimonio real by Christine Rimmer

autor:Christine Rimmer
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 2012-10-31T23:00:00+00:00


Capítulo 8

Bee, bee…

Lili estuvo a punto de echarse a reír cuando vio a la pequeña cabra apareciendo frente a ella en el camino.

—Bee, bee —baló el animal mientras iba hacia ella.

Guardó el cuchillo y el silbato.

—¡Pero qué bonita eres! —exclamó cariñosamente mientras extendía hacia ella la mano—. ¿Quieres ser mi amiga?

La cabra inclinó la cabeza hacia un lado como si se lo estuviera pensando. Tenía las orejas levantadas. Fue hacia ella, se cayó y se levantó de nuevo.

—Bee, bee…

—Ven aquí. Ven aquí, cariño…

El animal parecía haber decidido que podía confiar en ella. Sabía bastante de cabras. Después de todo, Alagonia tenía tres principales productos de exportación: los dátiles, el aceite de oliva y el queso de cabra. Esa cabra era una hembra joven y dejó que Lili la acariciara.

—Lo siento mucho —susurró ella—. No tengo nada de comida que darte.

—Bee…

—¿Qué haces aquí sola? —le preguntó ella sin dejar de acariciar su hocico y su cabeza.

Tenía unos cuernos muy pequeños que le crecían hacia la parte de atrás de la cabeza.

—Supongo que la abandonaron cuando se fue el que vivía en esa casa —dijo Alex.

Sobresaltada, Lili lo miró de reojo.

—Me has dado un susto de muerte.

—La casa está cerrada a cal y canto, pero parece que no hay nadie —le contó Alex—. Hay también un granero vacío y un par de cobertizos. No he visto a nadie por ninguna parte, pero me alegra que hayas encontrado a esa cabra, nos podremos comer su carne.

Ella lo miró fuera de sí.

—¡No vamos a comernos a esta cabra! ¡De eso nada!

El animal lo miró con cara de pocos amigos.

—Bee…

—Pero es buena señal que la haya encontrado —le dijo ella muy contenta.

—¿Por qué?

—Bueno, las cabras necesitan agua. Eso significa que debe de haber una fuente de agua fresca por aquí o algo así.

—Tienes razón —repuso Alex.

—¿Has encontrado agua?

—Ven conmigo —le dijo él.

* * *

La cabra los siguió por el camino hasta que llegaron a la casa. Lili vio que era de piedra y estaba rodeada de olivos. Había un grifo en el patio delantero. Estaba un poco oxidado, pero Alex consiguió abrirlo. El agua salió de manera entrecortada y algo sucia al principio. Pero después de unos momentos, empezó a brotar transparente. Bebió hasta saciar su sed y Alex hizo lo mismo.

La casa tenía un porche en la parte delantera. Las ventanas y las puertas estaban cerradas. Ninguno de los dos quería entrar, pero, si no los rescataban, sabían que iban a tener que hacerlo tarde o temprano.

Alex sacó del kit de supervivencia un espejo para hacer señales y las bengalas. Quería mantener todas esas cosas a mano para usarlas en cuanto vieran un barco o un helicóptero. Había maceteros vacíos en las dos ventanas que flanqueaban la puerta delantera de la casa. Dejó la mochila en uno y el kit de supervivencia en el otro.

Estuvieron mirando los otros edificios. Uno era una leñera y estaba bien provista. También había más leña y periódicos viejos cerca de la puerta. En otro cobertizo había sacos de pienso para pollos y para cabras.



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