Matanza de Atocha, 1977: Caso abierto by Alejandro M. Gallo

Matanza de Atocha, 1977: Caso abierto by Alejandro M. Gallo

autor:Alejandro M. Gallo [Gallo, Alejandro M.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2022-09-24T00:00:00+00:00


Allí tomamos un café bien cargado y le compramos dos Farias a un hombre grueso, con gafas negras y un perro lazarillo que, en una esquina, vendía cerillas y todas las marcas inimaginables de cajetillas de tabaco. Después de las dos primeras caladas, Lucas pidió su habitual copa de Terry.

Lucas y yo habíamos congeniado muy bien, no solo profesionalmente, también en el ámbito personal. De ahí que, cuando la copa de brandy, las cervezas y el humo del Faria comenzaron a hacer efecto en mi compañero, sacó un papel del bolsillo interior de su americana y me lo entregó. Se trataba de una especie de octavilla, de tantas como pululaban por todos los lados en aquellos tiempos. La leí con atención. Hablaba de la necesidad de crear un sindicato dentro de la Policía que luchase por regular nuestros horarios de trabajo y nuestros sueldos y de establecer organismos de discusión y planificación nacional de las estructuras policiales en los que participaran los propios policías.

—¿Y esto? —le pregunté un poco desconcertado.

—Ya lo ves. Hay compañeros en toda España que creen que debemos formar un sindicato de policías.

—Pero está prohibido —balbuceé.

—Gorgonio —alzó un poco la voz para adoptar una actitud docente⁠—, están prohibidos todos los sindicatos libres en este país. Ahora solo son legales los sindicatos del régimen, los verticales. Pero cuando esto sea una democracia, al igual que en el resto de Europa y Estados Unidos, serán legales los sindicatos en las Policías…

—¿No tienes miedo de que descubran lo que estás pergeñando? —⁠pregunté, pues siempre había dicho que su sueño era llevar una vida tranquila como policía en su ciudad natal.

—No lo estoy formando aún —⁠dijo, y habló alto⁠—. Nadie lo está formando, Gorgonio. Estoy diciéndote que hay compañeros en toda España que quieren organizar uno en cuanto la ley lo permita.

—¿Sois muchos?

—De momento no creo que seamos más de doscientos en todo el país.

—¿Y si os descubriesen los de la Puta Social?

—Nos echarían de la Policía —⁠dijo, y a continuación dio una calada y prosiguió⁠—: Lo mismo que hicieron con los militares de la Unión Militar Democrática. Es un riesgo, pero vamos a continuar.

—¿Por qué me lo cuentas?

—Otro riesgo que asumo, pero creo que no me vas a delatar.

En cuanto pagamos la cuenta y decidimos abandonar el local, comenzó a sonar en la televisión Mi querida España, de Cecilia.

Mi querida España,

esta España mía, esta España nuestra.

De tu santa siesta

ahora te despiertan versos de poetas.

¿Dónde están tus ojos?

¿Dónde están tus manos?

¿Dónde tu cabeza?



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.