Los Cinco Se Ven en Apuros by Enid Blyton

Los Cinco Se Ven en Apuros by Enid Blyton

autor:Enid Blyton
La lengua: es
Format: mobi
Tags: Infantil, Novela
publicado: 2010-01-13T16:36:24+00:00


57

también? ¿Es que quieres que el señor Perton llame al jorobado para que os zurre a todos? No conoces a ese hombre. Es un malvado.

—¿Cuándo llega Rooky? —preguntó de nuevo Julián a la aterrorizada mujer. Aquello fue ya demasiado para ella. Se quedó inmóvil, con las rodillas temblando, mirando a Julián como si no creyese lo que oía.

—¿Qué sabes de Rooky? —murmuró—. ¿Es que viene aquí? ¡No me digas que viene aquí!

—¿Por qué? ¿No le gusta? —preguntó Julián. Puso una mano sobre su hombro—. ¿Por qué está tan asustada y nerviosa? ¿Qué pasa? Dígamelo. A lo mejor podría ayudarla.

—Rooky es un canalla —explicó la mujer—. Creía que estaba en la cárcel. No me digas que ha salido otra vez. No me digas que viene aquí. Estaba tan asustada que no pudo añadir una palabra más. Rompió a llorar y Julián no quiso molestarla más. En silencio, la ayudó a arrastrar el colchón a la habitación que les había sido destinada.

—Os traeré algo de comer —dijo la pobre mujer con apariencia de sentirse muy desgraciada—. Si os queréis acostar, encontraréis mantas dentro de aquel armario.

Luego desapareció. En voz bajísima, Julián puso a los otros al corriente de lo que había descubierto.

—Trataremos de buscar a Dick tan pronto como no se oiga ruido en la casa. Esta es una casa sospechosa, una casa llena de secretos, de idas y venidas extrañas. Más tarde me deslizaré fuera de la habitación y veré lo que puedo averiguar. Me parece que aquel hombre, que se llama señor Perton, está en efecto esperando a Rooky para saber si Dick es Ricardo o no. Cuando vea que se han equivocado no dudo que lo soltará y a nosotros también.

—¿Y qué hay de mí? —dijo Ricardo—. Una vez que me haya descubierto, estaré perdido. Yo soy el chico que busca. Odia a mi padre y me odia a mí

también. Me raptará, me llevará a algún sitio y pedirá un rescate enorme por mí.

—Bueno, tendremos que hacer algo para impedir que te vea —respondió

Julián—, aunque no sé por qué ha de preocuparse por ti. Se irá directamente a ver a Dick. No se interesará en los que él piensa que son los hermanos y hermanas de Dick. Y no empieces otra vez a lamentarte, porque seré yo mismo el que te entregue a Rooky. Eres un pequeño cobarde. No posees el menor valor.

—Además, todo esto es el resultado de tus engaños y mentiras —añadió

Jorge, furiosa—. Por tu culpa se nos estropeó la excursión, Dick ha sido encerrado y el pobre Tim tiene que estar afuera sin mí. Ricardo pareció sorprendido. Se encogió en un rincón y no añadió una palabra más. Se sentía muy desdichado. Nadie le quería y nadie tenía fe en él. Verdaderamente era un personaje muy insignificante.



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