Los amores de Beatrice y Angelique by Maxime Lich

Los amores de Beatrice y Angelique by Maxime Lich

autor:Maxime Lich
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2015-04-19T00:00:00+00:00


Parte 4

Hoy.

Una calle desierta. Es tan oscuro. Un viento helado sacude las ramas de los árboles, las hojas se destacan mientras las primeras gotas estrellándose en el suelo. Una grieta sonó detrás de ella. Un siniestro sonido que resuena en la cabeza como un gong suena su sentencia de muerte. Se convierte. Persona.

Su pulso se acelera, la garganta seca. Ella siente que algo o alguien lo espías en la penumbra. Difuminan sus ojos, su corazón late tan fuerte que sus oídos zumbido. Su respiración se acelera, funciona más rápido.

—Béatrice...

Se detiene. ¿Es el viento?

Una presencia, se siente que pesan sobre él. No tiene la fuerza para gritar, temen el estrato todavía, bajo las uñas al cielo oprimen. Cierra los ojos, a no sentirse mareado. Ella escucha el sonido del viento que se desliza en las hojas de los árboles, no saber decir si viene el susurro recoge una extraña voz dulce, o el sonido melodía del viento.

—Béatrice...

Su respiración se bloquea, ella sabe esa, su voz... Ella abre los ojos y mira a su alrededor, frunciendo el ceño. Ella no ve nada, las luces están apagadas, todo está sumido en la oscuridad. Es para la iluminación de todos que el halo de la luna.

Escalofríos pasan por todo su cuerpo, el miedo lo invade: ella siente esa presencia detrás de ella. Un aliento en su cuello, el calor de un cuerpo. El miedo, se convierte poco a poco. Los puños apretados, lucha contra el impulso de gritar, para escapar corriendo.

Queda prohibido. Está ahí, delante de él, mientras que blanco. Al igual que en su memoria que ve sus ojos risas, tan bien su rostro, su sonrisa... Puede impedir las lágrimas fluyen mientras ella acaricia tiernamente su rostro.

—Béatrice... susurro.

De repente, se da cuenta de cómo su tez es pálida, sus labios son todos azules, sus ojos son aburridos. En su camiseta una mancha oscura formado en el pecho, las lágrimas que fluyen por sus mejillas.

—Me encanta Béatrice, te amo...

Béatrice levanta sus manos sobre el pecho, tratando de detener la hemorragia. Crece la tarea, tiene hermosos palpar su pecho, no encontró heridas.

—No... No, no... Todavía no! Quédate conmigo, te lo ruego! No deja... todavía no..., llorar todo manteniendo firmemente su cara entre sus manos.

—Terminó Béatrice, se acabó... te amo...

—¡No! Resto allí, me oyes! Resto! No me deja...

Poco a poco se cae de rodillas, se encuentra en el piso. Su camiseta y ahora casi completamente cubierto de sangre. Béatrice se sienta a su lado, la cara por encima de su propia. Le ruega una última vez en el hueco de la oreja, cuello atado, el flujo de lágrimas por sus mejillas.

—Resto, te lo ruego...

Los minutos pasan, finalmente cae debajo de la cabeza, el rostro desfigurado por la pena. Luego las cejas otra vez el ceño. En la distancia, justo delante de él, se alza una silueta blanca.

—Béatrice, susurro suave y melodiosa voz.

Dolorosamente, ella se endereza, temblando las piernas.

—El amor? me dijo con una voz temblorosa.

—Béatrice...

Montado sobre el cuerpo inerte del joven, de alguna manera traslada la silueta blanca.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.