Libro de Cuentos Infantiles by Good Kids

autor:Good Kids
La lengua: spa
Format: epub
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editor: Good Kids
publicado: 2022-11-27T00:00:00+00:00

Capítulo 4

Paz Entre los Animales

Una mañana soleada de verano, un gallo de colores salió a ofrecer un recorrido por el campo. Hacía poco que el propietario de dicha tierra había plantado, de esta forma sabía con estabilidad que ahí encontraría semillas y con suerte cualquier diminuto gusano que llevarse al pico.

Andaba distraído escarbando por aquí y por allí una vez que vio que una zorra surgía sigilosamente de entre la maleza que rodeaba la finca.

– ¡Uy, dicha zorra viene a por mí! ¡Tengo que ponerme a salvo!

El gallito de colores miró inmediatamente a su alrededor y divisó un exclusivo árbol a pocos metros de donde estaba. Sin tiempo para pensar en una estrategia mejor, echó una carrera sin detenerse de aletear y se subió a la copa.

Unos segundos luego la zorra arribó jadeando hasta el tronco, miró hacia arriba y le gritó:

– ¡Hola, amigo gallo! ¿Por qué has escapado de mí? No entiendo qué haces encima de aquel olivo... ¿Es ya que te doy miedo?

El gallo, temblando como un flan, le contestó:

– Puesto que sí... ¡Para serte franco, tu presencia me genera auténtico pánico!

La astuta zorra, que quería que el gallo bajara para hincarle el diente, puso cara de buena e inició a mentir como una bellaca.

– Vaya, puesto que no sé por qué me temes ¿Acaso no te has enterado de que en esta región hay una totalmente nueva ley?

El gallo puso cara de sorpresa y sintió curiosidad. Sin desplazarse ni un cabello de la rama a la que estaba aferrado, preguntó:

– ¿De qué nueva ley me estás hablando?

La zorra, bastante ladina, continuó con su pantomima.

– ¡Ay, qué poco comunicado estás!... Esta semana se ha publicado una totalmente nueva ley que nos ordena a todos los animales y humanos a vivir en tranquilidad ¡Tenemos definitivamente prohibido hacernos mal los unos a los otros!

El gallo la miró fijamente a los ojos y no sintió buenas vibraciones. Algo en su interior le mencionaba que no se fiara lo más mínimo de dicha raposa de pelaje rojizo y hocico puntiagudo con buenas dotes de actriz.

– ¡Eres una mentirosa! ¡Tú lo que deseas es comerme!

La zorra se esforzó todavía más en parecer convincente.

– ¡Te juro que no te estoy engañando! Por lo cual veo que es una ley que todo el planeta conoce menos tú... ¡Baja y te explicaré con tranquilidad todos los detalles!

El gallo empezaba a dudar ¿Y si no estaba actuando y mencionaba la verdad?...

La zorra iba a abrir la boca para avanzar su patraña una vez que de repente escuchó un sonido a sus espaldas. Se giró y encontró con espanto que eran 2 cazadores armados hasta las cejas.

– ¡Oh, no, estoy en peligro!... ¡Yo me piro!

La zorra echó a correr como espíritu que lleva el diablo y el gallo a partir de arriba le gritó:

– ¡Eh, amiga!... ¿Por qué huyes? ¿No mencionas que todo el planeta conoce la nueva ley de tranquilidad entre hombres y animales? Si es de esta forma aquellos tipos no van a hacerte mal y no tienes nada que temer.

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