Las fantasmagorías en Alberto Jiménez Ure by Enrique Plata Ramírez

Las fantasmagorías en Alberto Jiménez Ure by Enrique Plata Ramírez

autor:Enrique Plata Ramírez [Plata Ramírez, Enrique]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Crítica y teoría literaria, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2008-12-31T16:00:00+00:00


[…] «La literatura puede definirse como obra de imaginación, en el sentido de ficción, de escribir sobre algo que no es literalmente real».

La ironía, la meta escritura, los juegos del doble, estarán presentes a lo largo de la narrativa toda de Jiménez Ure. Así, en el cuento Pacto Aborrecible, se nota el juego del narrador, el hombre angustiado que desde la presencia del Mal, detesta y asesina a quienes considera seguidores de Dios, que representan el orden, el Bien, por lo tanto se declara ser el mismo Lucifer cuando el sacerdote que lo está confesando le propone aquel pacto aborrecible: decir unas cuantas misas a cambio de perdonarle la vida, sólo que cuando entran los feligreses y rescatan al cura, la narración sufre un giro muy sutil, casi inadvertido, que nos indica que el narrador ha cambiado de planos, ha sido el mismo cura quien ha estado contando toda la historia.

La narratividad asoma por algún resquicio, el juego de la alteridad, de la presencia entre Dios y el Diablo. La puesta en escena del Mal, supone la presencia de la alteridad, el Hombre que lucha consigo mismo, desde la divinidad en la cual habita, en este caso el cura, se enfrenta a sus demonios, a sus monstruos, se declara Lucifer, el demonismo, e intenta ajusticiarse a sí mismo. El Bien y el Mal en ese permanente enfrentamiento que los une y los separa. El Diablo o Lucifer, viene a ser El Otro, la alteridad, […] «el tentador, el seductor, el calumniador, el enemigo del género humano y el objeto de su horror y de su aversión».

Si la narrativa de Jiménez Ure se abisma por caminos extraños, inexplicables, la fisura que produce, en cuanto obra literaria, dentro de las letras venezolanas no ha sido suficientemente estudiada, salvo casos muy precisos y valiosos, como los de Rafael Rattia y Juan Liscano, por sólo mencionar a dos de sus más serios estudiosos. Su escritura escatológica ha permitido la observancia de una narrativa que se sustenta desde planos disímiles, y que casi a la par ha sido desarrollada por ese otro excelente escritor venezolano, autor de cuentos breves como Los Dientes de Raquel, (1973) y Saltos sobre la soga (1975) que es Gabriel Jiménez Emán.

Lo absurdo, lo aberrante, lo grotesco, todo en su máxima significancia, hilvanando los mundos de la alteridad, rica panoplia expresiva que sustenta a una escritura nada fácil, recrean las atmósferas, produciendo en ellas densidad e intensidad, y el extrañamiento mismo, la explosión o el giro inesperado, serán la consecuencia del final de cada cuento.

El lector debe estar preparado para lo imprevisto, para lo cruel o para lo sublime, para el terror, el odio, o para la risa irónica, la magnificencia.

Leer a Jiménez Ure es abordar lo extraño e intentar, a la vez, descubrir las distintas variantes de un cosmos único, original, alejado de los mitos ontológicos e históricos que fundamentaron a la narrativa de lo(s) llamado(s) Realismo Mágico y/o Real Maravilloso Americano; alejado igualmente del producto final que intentó representar el Boom Latinoamericano.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.