Laberinto de engaños by Elizabeth Hand

Laberinto de engaños by Elizabeth Hand

autor:Elizabeth Hand
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Ciencia ficción
publicado: 2003-03-31T22:00:00+00:00


Capítulo 13

Boba giró el brazo hacia atrás, listo para lanzar el ladrillo: Pero antes de que pudiera hacerlo Nuri lo detuvo.

—¡Para! —dijo el bimm dijo—. Espera…

La figura aterrizó junto a ellos y se detuvo, jadeando. El bothano tenía las orejas puntiagudas pegadas contra la cabeza por miedo.

—¡Nuri! —exclamó.

Nuri lo miró preocupado.

—¿Quién es?

—¿Hev’sin? —preguntó.

—¡Te he estado buscando! —Se volvió y miró a Boba. Su arma seguía apuntándolo a él.

—¿Quién es ése? —Preguntó a Nuri en voz baja.

Boba miró a sus pies. Nuri lo miró, luego movió la cabeza.

—Es sólo un niño —dijo al bothano en silencio—. No necesita ningún arma. Dime, Hev’sin… ¿Qué es lo que va mal?

El bothano vaciló. Luego deslizó su arma de nuevo en su cinturón. Dio un paso al lado de Nuri, y los dos se alejaron un poco. Era obvio que no estaban preocupados por lo que Boba pudiera oír de ellos.

Después de todo, pensó Boba, tan sólo soy un muchacho. No soy una amenaza grave.

O eso creía.

Boba conocía el idioma bothano. Eran los mejores espías de toda la galaxia. Salieron de su planeta natal, Bothawi, y habían viajado por todas partes. Y en todas partes a las que habían ido, habían encontrado trabajo… puestos de trabajo encubierto, como agentes independientes, o parte de la red de espionaje bothana.

Y ¿qué es lo que Nuri le acababa de decir?

Lo más valioso es la información.

Boba hacía ver que miraba un callejón cercano. Pero en realidad, lo que hacía era escuchar lo que el bothano estaba diciendo.

Boba estaba espiando.

Dos pueden jugar a este juego, pensó. Y tal vez sólo uno puede ganar, pero ése uno seré yo.

Podía oír hablar a Hev’sin, en voz baja, con rapidez.

—Dicen que ha venido a aumentar la disponibilidad monetaria de los Separatistas. Por eso está en la Ciudad Subterránea. Finge hacer una visita a las Oficinas del Clan Bancario en el Nivel Cuatro, pero su verdadero objetivo está aquí abajo. No quiere llamar la atención de los miembros de la República.

—¿Estás seguro de esto, Hev’sin? —preguntó Nuri. Parecía muy interesado, pero no demasiado alarmado.

—Totalmente —susurró el bothano—. Lo he visto con mis propios ojos.

Estaba completamente rodeado por soldados… no viaja a ninguna parte sin una guardia completa. Además, reconocería a San Hill en cualquier sitio.

¡San Hill! Boba recordó que había visto a San Hill hacía un rato, arriba en el Nivel Dos… el hombre que era delgado y feo como un insecto en forma de palo. Era el líder del Clan Bancario Intergaláctico.

San Hill era un separatista. Boba lo había descubierto cuando estaba en Geonosis, cuando lo había visto en una reunión con el Conde Dooku. Boba se preguntó si San Hill sabría que Dooku era la misma persona que Tyranus. ¡El mismo Tyranus, que había creado los soldados clon que ahora estaban atacando a los aliados de San Hill!

Apuesto a que no lo sabe, pensó Boba.

Y luego tuvo otro pensamiento.

Tal vez le gustaría saberlo… por un precio.

La información era algo muy valioso en Aargau.

—¿Dónde lo has visto? —Le estaba preguntando Nuri al bothano.

—Cerca del palacio de juego hutt.



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