La violinista by Amanda Clark

autor:Amanda Clark [Clark, Amanda]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico
editor: ePubLibre
publicado: 2020-04-30T16:00:00+00:00

* * *

Tuvo noticias de Álex tres días después. No quiso contarle nada por teléfono, y Martina no tuvo más remedio que acudir al museo apresuradamente, conducida por la curiosidad.

—Creo que alguien no se alegra demasiado de verte —le dijo Guzmán en cuanto la vio entrar.

Martina siguió el gesto que le hacía el hombre con la cabeza para descubrir a Teresa observándola fijamente con las mandíbulas en completa tensión.

—No le hagas caso —añadió el vigilante—. Es muy posesiva.

El consejo la tomó por sorpresa. Hacía días que sospechaba que no tenían buena relación, pero aquello terminó por confirmárselo.

—No te cae muy bien, ¿no? —preguntó descarada.

—¿Tú que crees? No hace ni un año que trabaja aquí y se cree dueña y señora de este museo.

—Ya veo.

—Pero la pusiste en su sitio —comentó dándole una palmadita en la espalda—. Te hubiera aplaudido.

Martina no pudo evitar una carcajada. Se despidió de Guzmán y subió al ascensor hasta el despacho del director, sin ni siquiera molestarse en saludar a una enfurecida Teresa.

Álex sonrió ampliamente al verla, y Martina carraspeó para disimular el impacto que aquel gesto tenía en la boca de su estómago.

—No has tardado ni media hora en venir —comentó divertido.

—Hombre, es que me tenías en ascuas. ¿Qué has descubierto?

Martina se sentó frente a él y Álex sacó del armario el viejo instrumento de música, ahora cuidadosamente colocado sobre una vitrina de metacrilato y envuelto en telas para su mejor conservación.

—En cuanto me lo entregaste, desmonté el violín con mucho cuidado, y encontré una vieja etiqueta con los datos de fabricación. Estaba bastante dañada, pero después de someterla a varios tratamientos de recuperación conseguí esclarecer un poco su procedencia. Este violín fue elaborado artesanalmente en 1892 en la región de Mirecourt.

—¿Mirecourt? —repitió extrañada.

—Es una localidad francesa con una gran historia musical, cuna de los mejores luthiers de la Francia del siglo XVIII y XIX. Llegó a albergar una poderosa industria de construcción de instrumentos, aunque la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial hundieron el negocio y ya nunca más fue lo que era.

—Eso está muy bien, pero seguimos sin saber de quién era. No tenemos nada…

—Se equivoca, señorita Grau —replicó con una sonrisa torcida—. En la etiqueta constaba el nombre del taller en el que se fabricó. Naturalmente, cerró hace décadas, pero sus viejos archivos están en centro de documentación del Musée de la Lutherie et de l’Archéterie Francaises. No estaría de más hacerles una visita. ¿Tienes planes para este fin de semana?

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