La tumba del explorador by Victor Solanas

autor:Victor Solanas [Solanas, Víctor]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: adolescentes, Aventura, cueva, fantasía, misterio
editor: Victor Solanas
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00

En casa de Víctor, su madre está muy intranquila, su hijo no se ha presentado a comer y según le dijo al salir estaría de vuelta poco después del mediodía. Marta lo ha llamado al móvil, pero se lo ha dejado en la habitación. La mujer rubia de pelo corto pasea arriba y abajo por el comedor mientras su marido hace sudokus sentado en el sofá.

—¿Dónde se puede haber metido? —pregunta ella cada vez más nerviosa.

—¿Tú qué crees? —le responde el hombre de la casa.

—Me ha dicho que se iba a casa de Brian, pero he llamado y la madre de Brian me ha dicho que no estaba allí.

Su marido mira al cielo y suspira.

—Vamos a ver —dice él poniéndose en modo detective—, ¿no está obsesionado con el vestuario ese?

Marta lo mira con una expresión muy seria.

—No se atreverá —afirma ella saliendo disparada hacia el juego de llaves de repuesto del pabellón deportivo.

Nada más llegar a la entrada la mujer revisa los llaveros que guarda en el interior del mueble de las zapatillas de invitados.

—¡Yo! —exclama hecha una furia.

—¿Tú? —le pregunta extrañado su marido.

—¡Sí, porque soy la madre que lo parió! —chilla fuera de sí—. Voy a ir al instituto, cómo se haya metido en un lío otra vez lo voy a enviar a un internado.

La rubia se calza unas bambas y saca la bicicleta plegable, después abre la puerta de casa y sale fuera. Marta empieza a desplegar la bici cuando se fija en la casa de al lado, su vecina, Violet, está sentada en el escalón del porche con cara de malas pulgas.

—¿Qué ha pasado? —se acerca Marta hasta la pequeña valla de un metro de altura para hablar con ella.

—La pequeña, que no ha venido a comer —responde la mujer de larga melena castaña y piel blanca.

—¿Nadia? Qué raro, con lo cumplidora que es ella.

—Estoy muy preocupada, esta mañana me dijo que se iba con Alice a comprar algo de ropa. He llamado a casa de Alice y allí no saben nada del tema.

La misma excusa, el mismo tiempo fuera, Marta empieza a atar cabos cuando aparece por la puerta Neda, la hermana mayor de Nadia. La chica tiene la piel morena como su hermana, herencia genética del padre.

—Oye, mamá, te preocupas demasiado, estará bien.

—¿Y tú cómo lo sabes? —le lanza la pregunta acusadora su querida vecina, que salta la valla y se cuela en el jardín para ir hasta ellas.

—Bueno, es mi hermana y…, confío…

Violet se levanta colocándose junto a Marta, ambas quieren una muy buena explicación.

—…en ella.

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