La Puerta De Caronte by Ana Alonso

autor:Ana Alonso [Alonso, Ana]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Fantasía
publicado: 2011-02-27T06:00:00+00:00

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Diez minutos después, nos encontramos en el exterior de la roca, mezclados con cientos de curiosos que observan aproximarse a las dos personas anunciadas por los vigías. Al parecer, han superado todos los controles diciendo las contraseñas correctas en cada puesto de vigilancia. El camuflaje óptico del complejo ha sido suspendido temporalmente, de modo que, por segunda vez desde mi llegada aquí, he vuelto a ver los cientos de ventanas azuladas que iluminan la pared vertical de la montaña.

En el centro de todo el alboroto se encuentra Zahir, acompañado, por lo que veo, de otros notables de la comunidad. Se les distingue del resto por las pesadas capas de color azul oscuro que los envuelven, provistas de amplias capuchas. Creo que los que van vestidos así son los miembros destacados de La Hermandad de la Puerta de Caronte. Es decir, los descendientes directos del grupo de científicos liderados por Claus... El resto de los habitantes de la base llevan ropas reflectantes que reproducen los tonos pastel de la nieve.

Cuando el trineo y los dos desconocidos se encuentran tan solo a unos pasos de la entrada, Zahir avanza hacia ellos con los brazos extendidos. La persona que tira del trineo lleva una capa azul similar a la de él, aunque más larga y gruesa. El borde de su capucha está adornado con filigranas de plata...

--Kayla --grita Zahir, mientras todos los demás guardamos un respetuoso silencio.

El trineo se detiene. Me fijo entonces en que está dotado de un ingenioso sistema de expulsión de aire para borrar las huellas que podría ir dejando sobre la nieve. Sobre sus barras de plástico y resina, va tendida una persona cubierta con mantas. Dos cinturones lo sujetan para que no se caiga del vehículo, y su cabeza se encuentra oculta bajo los restos de una especie de armadura...

¿Será Martín? Si es él, no debe de encontrarse muy bien... Ni siquiera ha hecho el menor movimiento al oír la voz de Zahir. Este, por su parte, parece un poco desconcertado ante la falta de reacción de su hija. Si es que se trata de ella... No sé qué aspecto tendrá la tal Kayla, pero de pronto me doy cuenta de que la persona que lleva su capa, por su estatura, parece más bien un chico.

El desconocido suelta las correas del trineo, se echa hacia atrás la capucha azul y deja al descubierto su rostro. Un rostro que... Un rostro que recuerdo a la perfección y que, sin embargo, lo encuentro tan cambiado... el rostro de Martín.

De golpe, es como si todo lo que me ha ocurrido desde que me separé de él se hubiese desvanecido como una absurda pesadilla.

Intento ir a su encuentro, pero la mano de Yohari me retiene firmemente por un brazo.

--¿Qué haces? --me murmura al oído--. Estate quieta. ¿Quieres delatarte delante de todos?

Forcejeo disimuladamente con él, pero es mucho más fuerte que yo, así que me veo obligada a desistir. Podría seguir insistiendo, gritar para atraer la atención de Martín... Pero quizá Yohari tenga razón y no sea muy buena idea.

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