La aventura de la Reconquista by Juan Antonio Cebrián

La aventura de la Reconquista by Juan Antonio Cebrián

autor:Juan Antonio Cebrián [Cebrián, Juan Antonio]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2003-01-01T05:00:00+00:00


¿PERO QUIÉNES ERAN LOS ALMORÁVIDES?

La palabra al-murabitum significa en lengua beréber «el que se acuartela en un ribat» (fortaleza musulmana propia de la yihad o guerra santa). Esta dinastía creció bajo el influjo puritano inspirado por el carismático Yahya Ibn Ibrahim, quien tras su regreso de la ciudad santa de la Meca conoció al erudito religioso Abd Allah Ibn Yasin. Entre los dos concibieron la idea de un islam unificado, riguroso con las normas coránicas y gobernado desde la teología más radical. Durante años buscaron el apoyo de las tribus bereberes locales, siendo los poco islamizados lamtuna quienes se hicieron eco de aquellos postulados; de esa manera, hacia 1039 nacía un pequeño estado en el norte de África que, paso a paso, se convertiría en un imperio, siendo además semilla del futuro Marruecos.

Los primeros mandatarios almorávides se ocuparon en extender las fronteras de su nuevo reino hasta invadir todo el occidente norteafricano. En el año 1042 moría el fundador dinástico Ibn Ibrahim. El líder espiritual Ibn Yasin eligió entonces a Yahya Ibn Umar, gran general que aglutinó en torno a los almorávides nuevas tribus bereberes con el consiguiente incremento militar que sirvió para la conquista de ciudades tan importantes como Dara’ak y Sichilmasah. Al morir Ibn Umar en 1056 el imperio almorávide ya estaba creado, por eso se le suele reconocer como el primer gran rey de esta dinastía. Le sucedió su hermano Abu Bakr quien consolidó la fortaleza almorávide gracias, sobre todo, a la eficaz gestión de su pariente Yusuf Ibn Tasufin, quien asumió definitivamente el poder en 1074. En este período se inscribe la fundación de Marrakesh, ciudad capital del imperio almorávide. Yusuf fue nombrado príncipe de los creyentes pero rechazó el nombramiento de califa, reconociendo de ese modo la autoridad religiosa de los abasidas de Bagdad. Con todo el Magreb bajo su dominio sólo tuvo que esperar la situación más propicia para asaltar la rica al-Ándalus. Esta circunstancia se dio como sabemos en 1085 tras la caída de Toledo en manos castellanas, fue entonces cuando la taifa sevillana solicitó la ayuda almorávide. En la primavera de 1086, Yusuf y sus tropas desembarcaban en Algeciras iniciando una gran ofensiva sobre los cristianos. En octubre de ese año se produjo la célebre batalla de Zalaca, conocida por los cristianos como Sagrajas. En ese terreno extremeño cercano a Coria, las huestes almorávides ocasionaron una enorme derrota al ejército de Alfonso VI; éste estuvo incluso a punto de morir por las heridas que recibió en combate. Sin embargo, el éxito momentáneo no fue aprovechado por Yusuf, quien se retiró a sus territorios originales con la secreta ambición de que la fruta andalusí madurara lo suficiente cara a un pronto y resolutivo futuro. En efecto, un año más tarde Alfonso VI se recuperaba y provocaba nuevos desastres en los reinos hispano-musulmanes. Nuevamente Yusuf tomó cartas en el asunto, en esta ocasión las taifas no quisieron negociar con los peligrosos almorávides —acaso por el temor de ver perdida su independencia— pero ya era demasiado tarde para los minúsculos reinos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.