La amenaza del cambio climático by Tim Flannery

autor:Tim Flannery [Flannery, Tim]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2004-12-31T16:00:00+00:00

Es posible que ya se hayan superado algunos umbrales de peligrosa interferencia antropogénica en el clima, y es probable que nos estemos acercando a otros umbrales. […] A pesar de que existen grandes incertidumbres en muchos aspectos de la evaluación integrada, unas actuaciones prudentes pueden reducir de manera sustancial la probabilidad de una interferencia antropogénica peligrosa, y con ello también los riesgos (Mastrandrea, Schneider, 2004).

En otras palabras, es demasiado tarde para intentar cambiar nuestro mundo, pero aún tenemos tiempo, si se ponen en práctica políticas acertadas, de evitar el desastre. Según el modelo de Mastrandrea y Schneider, una buena política significa que allá por 2050 entre en vigor un impuesto sobre el carbono de 200 dólares por tonelada, lo que sería suficiente para reducir a cero la probabilidad de un cambio climático peligroso (Mastrandrea, Schneider, 2004).

Quizá una manera más útil de contemplar el problema sea cuantificar qué ritmos de cambio son peligrosos. Después de todo, la vida es flexible, y si se le da el tiempo suficiente, puede adaptarse a las condiciones más extremas. De manera que lo importante es el ritmo, no la dirección ni la escala global del cambio. Los científicos del clima que adoptan esta postura aducen que «ritmos de calentamiento superiores a 0,1 °C por década es probable que incrementen rápidamente el riesgo de que el ecosistema sufra daños significativos» (Hare, 2003). De manera parecida, una velocidad de aumento del nivel de los mares por encima de los dos centímetros por década sería peligroso, al igual que un aumento total de cinco centímetros (Hare, 2003). Pero la cuestión de qué constituye un cambio climático peligroso suscita otra pregunta: peligroso ¿para quién? Para los inuit, cuyas fuentes primordiales de alimento son las focas y los caribúes, difíciles de encontrar ahora a resultas del cambio climático, ya se ha cruzado el umbral de daños económicos y culturales.

Cuando consideramos el destino del planeta en su conjunto, no debemos engañarnos ante lo que está en juego. La temperatura media de la Tierra es de unos 15 °C, y si permitimos que suba un solo grado, o 3 °C, decidiremos el destino de cientos de miles de especies, y muy probablemente el de miles de millones de personas. Jamás en la historia se ha dado un análisis de costes-beneficios que exija un examen más atento.

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