Infierno de bambú by Curtis Garland

Infierno de bambú by Curtis Garland

autor:Curtis Garland
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Policial
publicado: 1983-08-09T22:00:00+00:00


***

La figura furtiva se despegó de uno de los setos, deslizándose hacia la edificación. Unos ojos cautos, astutos, escudriñaron en torno, vigilantes. No descubrieron nada alarmante, y los pasos Sigilosos del merodeador condujeron a éste junto al muro mismo del edificio.

Transcurrieron unos momentos de silencio, de quietud. Apenas si aquellos pies producían un leve rumor inapreciable en la gravilla de los senderos del jardín, o el cuerpo un roce susurrante en la hojarasca.

Finalmente, aquella forma viviente llegó hasta las puertas vidrieras de la casa. Parecía meditar, en la sombra, sobre el medio más idóneo para intentar forzar el acceso al interior sin producir ruido ni despertar la alarma.

El intruso ignoraba totalmente que, muy cerca de su actual emplazamiento, a través de una vidriera oscura, otros ojos tan sagaces como los suyos, seguían sus furtivos movimientos con absoluto rigor.

Esa persona esperó todavía unos instantes. Luego, tras una acción cautelosa y totalmente callada sobre el pestillo de la puerta-balcón, deslizó éste con súbita rapidez y saltó la figura elástica al jardín. —¡Quieto! —silabeó autoritariamente, situándose ante el intruso—. ¡Quienquiera que seas, no te muevas de ahí!

Hubo un jadeo sordo, una apagada imprecación en la oscuridad, y la orden fue desobedecida. Frank Cole, atento a la persona desconocida que acababa de conminar, observó en una fulgurante fracción de segundo que el interpelado no sólo no pensaba obedecer tal demanda, sino que iniciaba ya hacia él un salto ágil y peligroso, que formaba parte de un ataque abierto.

Fuese quien fuere el intruso, se enfrentaba con un luchador.

Un luchador de kung-fu, exactamente.

El intruso saltó hacia Cole con sus manos en posición tradicional para tal técnica de lucha, adoptando una postura de Hu-Chao o Zarpa de Tigre. Es decir, con los cinco dedos de cada mano arqueados como garras, en disposición de agarrar al enemigo o de golpearle violentamente como sólo un experto en kung-fu puede hacerlo.

Frank utilizó su técnica de karate para contrarrestar aquel ataque peligroso. Acogió la llegada de su jadeante enemigo, con una kata defensiva, que situó su brazo ante sí, parando el doble impacto de aquellas peligrosas zarpas humanas.

El enemigo, con rapidez centelleante, saltó, emitiendo un sonido gutural, y su pie se disparó, con el talón desnudo, hacia el mentón de Frank. Logró alcanzarle y le arrojó de espaldas en la gravilla, tal fue la fuerza y precisión del impacto.

Pero Cole, al caer, advirtió el intento de su ágil antagonista, intentando un salto felino hacia él, con una pierna extendida para martillear de nuevo, y las manos esta vez en posición Tao-Shou o cuchillo, para golpearle con el filo, remachando la obra definitivamente.

Cole se revolvió, saltó sobre sí mismo como si fuese de goma, sorprendiendo a su adversario, que le creía aturdido, y sus piernas y brazos se movieron vertiginosos, en una posición de Pinan-Nidan, para golpear simultáneamente con Tsuki-Jodan lateral de su puño derecho, y Yoko-Geri-Jodan de su pie derecho, disparado como una catapulta contra tan temible adversario, Con un gemido ronco, tras recibir el doble impacto, cayó a tierra el intruso.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.