Flores de otros mundos by Inez Corbi

autor:Inez Corbi [Inez Corbi]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788466673518
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2022-12-16T00:00:00+00:00

Esa tarde, cuando volvió a la casa de Mevagissey, salió a recibirla Nelson, su gato de tres patas. Un instante después, Cait la arrastró hasta el sofá.

—He tenido un día horrible en la cafetería y no tengo ganas de cocinar —dijo la joven irlandesa—. Por eso he decidido que hoy podemos pedir algo de comida, ¿vale?

—Genial.

Cait le mostró varios folletos.

—¿Qué te apetece? ¿Comida italiana? ¿China? ¿India?

—Definitivamente, india. —Lexi cogió una de las hojas publicitarias—. Hace días que me apetece. Desde que descubrí que Avery fue a parar a la India.

—Muy bien. Entonces india.

Pidieron samosas rellenas de verduras, pan naan, curry madrás picante y pollo con mantequilla suave.

—¿Y? —preguntó Cait apenas hubo colgado el teléfono.

—¿Y, qué?

—¿Sois ya pareja?

—¿Quiénes? —pregunto Lexi fingiendo, mientras sentía un cosquilleo.

—Ben y tú, naturalmente, idiota.

—Muchas gracias por lo de idiota, pero sí, creo que sí.

—¿Solo lo crees?

—Bueno, en realidad no hemos hablado de ello. Y no quiero meterle presión.

Cait sacudió la cabeza.

—No lo entiendo. Hasta un ciego puede ver que estáis hechos el uno para el otro, y vosotros no habláis de ello.

—Tampoco hay que hablarlo todo demasiado. —Lexi se levantó del sofá y abrió la alacena—. Y el resto ya se verá.

Cait también se había puesto de pie y cogió el plato que Lexi le pasó.

—¿Cuándo volveréis a veros? —preguntó mientras dejaba el plato en la pequeña mesa de la cocina.

—Mañana por la tarde.

—¿Necesitas la casa? Basta con que lo digas y yo salgo volando de aquí.

—Gracias, pero no hace falta. Me recogerá después del trabajo, iremos a su casa. —Abrió el cajón de los cubiertos—. ¿Qué necesitamos? ¿Cuchillo y tenedor o mejor una cuchara?

—Mejor todo, así vamos sobre seguro. —Cait se sujetó el pelo teñido de rojo detrás de la oreja—. ¿Sabes ya qué te vas a poner?

—¿Qué me voy a…? Oye, ¿qué es esto? ¿Un interrogatorio?

—No, no, una charla entre amigas. Solo me interesa tu bienestar.

Entonces sonó el timbre, y el repartidor libró a Lexi de más preguntas curiosas.

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