Espías sin mañana by Alfredo De Braganza

Espías sin mañana by Alfredo De Braganza

autor:Alfredo De Braganza [De Braganza, Alfredo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2022-08-15T00:00:00+00:00


11

La inmigración ilegal procedente del norte de África lo había desbocado todo.

Durante años, Laura García había desmembrado células terroristas en España a punto de atentar. Pero, en la actualidad, se encontraba con otro peligro mayor: lobos solitarios y grupos armados sin conexión entre ellos para evitar un efecto dominó si eran detenidos.

Los magrebíes eran musulmanes bien distintos. Muy pocos formaban parte de ninguna célula terrorista suicida dispuesta a atarse cinturones de bombas y hacerlos explotar dentro de centros comerciales para volar en pedazos y llevarse consigo a la mayor cantidad de inocentes posible. Y también muy pocos estaban dispuestos a conducir un vehículo a gran velocidad y arrollar a los peatones.

En el Cervantes habían hecho frente al islamismo militante, donde, por un lado, estaban los grupos con base territorial y con objetivos políticos concretos, como Líbano, Palestina, Chechenia o Argelia; y, por otro lado, hacían frente a las células y redes radicales implicadas en la yihad mundial.

Pero en los últimos años había aparecido un caso intermedio y muy peligroso que atentaba contra la seguridad y estabilidad de España: Marruecos, cuyos sectores radicales pretendían transformar su propio país en una fortaleza del islamismo ortodoxo y, al mismo tiempo, reconquistar España, el antiguo al-Ándalus, y recuperarlo para su fe.

Laura aparcó la motocicleta dos calles más abajo para evitar ser vista. Se dirigió andando a supermercado Aldi. Iba vestida con unos pantalones holgados, una chaqueta deportiva y una gorra. Cualquiera que la viera, no sabría que era una mujer.

Varun Grover había detectado la señal de un teléfono móvil, cuyo usuario estaba en la lista de las personas más buscadas por el Cervantes. Se lo había hecho saber a Laura y ella, no queriendo perder la ocasión, sin informar a nadie, había salido sola a la calle con el fin de eliminar aquella amenaza.

Óscar estaba reparando daños en una furgoneta.

—¿Dónde está Laura? —preguntó Fabián.

—Ni idea —contestó sacando la cabeza del vehículo—. Quizá en el gimnasio.

Fabián fue hacia allí.

Tom y otros empleados del Cervantes se ejercitaban con pesas. Se acercó a él, que en ese momento terminaba de hacer sentadillas con una barra llena de discos pesados.

—¿Has visto a Laura?

—No —contestó, y respiró fuerte—. Aquí no ha venido, y mira que es raro. ¿Pasa algo?

—No sé por qué, pero tengo la sensación de que ha salido sin avisar.

—No lo puede hacer.

Fabián sonrió.

—A ver, listo, ¿por qué no lo puede hacer? Ella es la jefa y puede hacer lo que le venga en gana.

—Quiero decir que no es lo más prudente.

Volvió a sonreír.

—La prudencia no es una de sus virtudes.

Tom se restregó una toalla por la cara; tenía el cabello y la camiseta empapada de sudor.

—Pregúntale a Varun. Ese indio gordito seguro que sabe dónde está.

Fabián sacó el móvil del bolsillo y marcó un número. Tras varios tonos, se interrumpió la llamada.

—No me lo coge.

—¿Ves? Él sabe que tú sabes que él sabe… —Alzó ambas manos al aire—. Vete a verlo.

Fabián asintió y salió del gimnasio.

Cuando Laura llegó al parking del Aldi, aquello era un pandemónium.

Había



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.