España en guerra. Persecución, represión, cruzada by Ricardo de la Cierva

autor:Ricardo de la Cierva [Cierva, Ricardo de la]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 1997-01-01T00:00:00+00:00

Heraldo de Aragón, 6 de agosto de 1937, páginas 3 a 9

La Carta Colectiva fue publicada íntegramente en el New York Times y se difundió por todo el mundo. Insisto en que los datos sobre la persecución contra la Iglesia —obispos, sacerdotes, religiosos, templos, martirios por odio a la fe— son fundamentalmente exactos. Los obispos, conscientemente, identifican como «comunistas» a todas las fuerzas activas del Frente Popular. Saben que es una simplificación y alguna vez detallan una por una esas fuerzas. Pero la identificación no es infundada; el comunismo pugnaba por la hegemonía en la España republicana y la consiguió en 1938 gracias al doctor Negrín; el magistral estudio de Bolloten es una confirmación, en este sentido, de la Carta Colectiva. La minusvaloración de la represión en la zona nacional es errónea aunque los obispos estaban convencidos de lo que decían. Varias veces piden perdón para los enemigos en nombre de toda la Iglesia, un año antes de la invocación al perdón que pronunciaría el presidente de la República, Azaña. Las tesis fundamentales de la Carta Colectiva siguen siendo válidas hoy. El efecto del documento fue demoledor para la causa republicana en la Guerra Civil que resultó herida de muerte ante la opinión mundial. Todos los episcopados y los católicos del mundo se alinearon con la Iglesia de España.

La Carta Colectiva nos ha introducido en el gravísimo problema de la represión, referida al clero y a los católicos. Para el conjunto de la represión contamos hoy por fin con dos estudios esenciales: el del general Ramón Salas, Pérdidas de la guerra (Ed. Planeta) y el recentísimo del sacerdote extremeño Ángel David Martín Rubio, Paz, piedad, perdón y verdad, que prepara Editorial Fénix con intención de publicarlo en el otoño de 1997. Pero antes de fijar el número de víctimas de la represión vamos a citar dos casos, uno por cada bando, que siguen suscitando altísimo interés: el de José Antonio Primo de Rivera y el de Federico García Lorca. Lo haremos con base en documentos más que en consideraciones.

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