Eso no estaba en mi libro de Japón by Beatriz Lizana López

Eso no estaba en mi libro de Japón by Beatriz Lizana López

autor:Beatriz Lizana López [Lizana López, Beatriz]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Ciencias sociales, Viajes
editor: ePubLibre
publicado: 2021-02-16T16:00:00+00:00


Faltas de respeto que nunca creerías

Así las cosas, es normal que un occidental pueda faltar al respeto a su interlocutor japonés y no ser consciente de ello porque, por lo general, nadie le dirá que está mal lo que hace. Si bien hay que seguir el precepto de «allá donde fueres, haz lo que vieres», conviene hacer un pequeño repaso de las normas básicas.

En el restaurante, atención a la etiqueta de uso de los palillos —visto en el apartado de gastronomía—. También hay que intentar hacer el mínimo ruido posible, pues no se considera agradable escuchar a alguien masticar o beber a menos que sean sopas o caldos. Ahí uno se puede explayar, pero con cuidado de no atragantarse, hay que tener cierta destreza para sorber los fideos. Cuando se pague, se deja el dinero en la bandejita destinada para ello, nunca se da en las manos —a mí una cajera de supermercado me reprendió porque me olvidé y quise tocarla con las monedas; lo evitó mientras señalaba el recipiente, pareciese que el dinero le quemase las manos—. Tampoco hay que dejar propina porque se percibe como un trato de superioridad del cliente. Si se compra comida para llevar no se debe consumir mientras se camina. Suele haber bancos al final del supermercado o, a falta de ellos, mejor quedarse en la puerta hasta terminar de comer el tentempié. Si se compra un café en una de las millones de máquinas de bebidas que hay por las calles, tampoco conviene alejarse. Mejor beberlo ahí mismo, además, a poco que uno se aleje será difícil encontrar una papelera y habrá que acarrear con la botella vacía.

Respecto al uso del móvil, está presente en absolutamente todos los rangos de edad —en España todavía es difícil ver a ancianos enganchados al smartphone , aunque creo que todo llegará—. Se usa sin discreción para leer, jugar, mandar mensajes… pero hablar por teléfono en público está mal visto. Mejor no usarlo ni en el restaurante ni el metro. Por lo general, la gente parece que se esconde para hacer uso del aparato y también he visto cómo se tapan la boca para responder con monosílabos y colgar muy rápido.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.