Entran ciertos asesinos by Sara Woods

Entran ciertos asesinos by Sara Woods

autor:Sara Woods [Woods, Sara]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 1965-12-31T16:00:00+00:00


CAPÍTULO 9

Antony siempre consideró los sucesos de las dos horas siguientes con una sensación de irrealidad. Esto se debía, en parte, a la presencia de su tío, que tomó el mando con colérica eficiencia, de modo que no le quedó oportunidad de hacer más que lo que se le indicaba. La única iniciativa que pudo tomar, se relacionó con la conversación sostenida con Roger, a quien preguntó:

—¿Quién es?

Estaban juntos en la calle, con la cubierta de lona colocada en su sitio, mientras Sir Nicholas había entrado en la casa para telefonear.

—No sé… Lo encontré esta mañana —fue la respuesta de Roger.

—¿Lo encontró?

—En el auto, frente a la casa de campo —replicó Farrell, impaciente, como si lo que decía fuera obvio—. En realidad, ya era cerca de mediodía… Había puesto unos libros en el asiento de atrás, y cuando fui a mirar…

—¡Allí estaba! —exclamó Maitland, en tono satírico, pese a su preocupación—. Quise decir, ¿era la primera vez que lo veía?

—Sí, claro. Ya le dije…

Sin embargo, por un motivo que no podía haber explicado, Maitland quedó súbitamente convencido de que Roger mentía.

—Si lo conocía, no quiere decir que lo haya baleado —sugirió.

—Le digo que…

—No importa. ¿Podía haber estado allí cuando salió de la ciudad? ¿Cuándo puso los libros en el coche?

—Poco antes de ir a verlo, anoche… Y cuando lo dejé aquí, fui directamente a la casa de campo, de modo que sólo pudo ser durante la noche… Me doy cuenta de que fue una estupidez volver aquí, pero no sabía qué hacer… Sólo se me ocurría pensar que el policía local jamás me entendería.

—Bueno, si mi tío no se mostró particularmente comprensivo, será mejor que le explique lo que sucedió anoche aquí… Su llegada resultó la gota que rebasa la copa…

Como ya sabía el relato casi de memoria, pudo observar mientras lo hacía, la expresión de Roger, y podría haber jurado que su sorpresa y su horror eran legítimos. Después llegó la policía, y ambos entraron a esperar en la casa. Una vez tomadas las impresiones digitales, se llevaron el auto; luego llegó otro policía de mayor graduación, con muchas preguntas, seguido de Geoffrey Horton, sin aliento.

Al fin se marcharon todos en un auto policial, y Antony quedó solo con su tío.

—Dime, este Farrell, ¿está loco? —fue la primera pregunta del anciano.

Antony lo pensó antes de contestar:

—No; creo que lo que pasa es que los acontecimientos lo han sobrepasado.

—Ahora no hay duda de que será arrestado… ¿Qué tonterías eran esas que mencionaste antes, eso de que él lo considera justo?

—Es un escrúpulo suyo, tío Nick… Tenía gran estima hacia su padre y ahora piensa que el suicidio de su madre fue culpa de él. No dije que fuera lógico, pero así se siente él…

—¿Tratas acaso de provocar mi simpatía? —quiso saber Sir Nicholas.

—Por supuesto que no, señor —replicó su sobrino, en un tono de inocencia tal vez algo excesivo, aunque no sin intención—. Tengo que irme… Me esperan los Wilson y debo hablar con Jenny…

—Será mejor que dejes eso en



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.