El Templo De Los Vientos by Terry Goodkind

El Templo De Los Vientos by Terry Goodkind

autor:Terry Goodkind
La lengua: es
Format: mobi
Tags: Fantasía
publicado: 2011-06-09T05:00:00+00:00


17

Poco después de despertarse, justo antes del alba, Richard leyó el informe de la mañana que le entregaron a la puerta de su dormitorio. Por primera vez la cifra de muertos en una sola noche había superado el millar. Mil tragedias en una noche.

Ulic, situado a poca distancia y con los musculosos brazos cruzados, le preguntó cuántos habían sido. Era extraño que el guardaespaldas formulara una pregunta. Richard le tendió el informe. Ulic lanzó un hondo suspiro al leer la cifra.

La ciudad estaba sumida en el caos. El comercio se había interrumpido hasta el punto de que la comida comenzaba a escasear, así como la leña, que se utilizaba tanto para calentarse como para cocinar. Costaba garantizar servicios de cualquier tipo, porque o bien la gente tenía miedo de llevar sus mercancías a la ciudad, había abandonado su hogar huyendo de Aydindril o porque estaba muerta.

Lo único que abundaban eran los remedios de los charlatanes.

De camino a su despacho, Richard se paró frente a un tapiz de grandes dimensiones que representaba una escena de un mercado. Su guardaespaldas, como una sombra, se detuvo silenciosamente tras él. La idea de seguir con la traducción del libro le daba náuseas. No estaba descubriendo nada nuevo. Se había quedado atascado en un informe prolijo sobre la investigación acerca de los tratos del mago Ricker con una gente llamada andolianos. Era un informe muy aburrido que a él no le decía nada.

No se veía capaz de enfrentarse de nuevo al libro a esa hora tan temprana. Además, estaba muy preocupado por Raina. En la última semana había empeorado. No podían hacer nada por ella, como tampoco por el millar de personas que había muerto la noche anterior.

Shota había asegurado a Kahlan que el Templo de los Vientos les enviaría otro mensaje para indicarles un modo de entrar. Y el espíritu había dicho lo mismo. ¿Por qué no había llegado? ¿Morirían todos antes de que los vientos lo enviaran?

Richard miró al exterior por una ventana orientada al este y vio los primeros rayos del sol, que asomaban entre dos montañas. Debido a las nubes que había visto formarse hacia el oeste, esa noche tampoco verían la luna llena.

Se dirigió a los aposentos de Kahlan. Necesitaba verla, necesitaba ver algo que lo animara. Ulic se situó junto a Egan en el extremo del pasillo. Egan había acompañado a la guardia de Kahlan por la noche.

Nancy, que justo salía por la puerta, saludó a Richard.

—¿Se ha levantado ya? —preguntó el joven.

Nancy cerró la puerta tras ella. Alzó la vista y vio a Ulic y Egan, demasiado lejos para que la oyeran.

—Sí, lord Rahl. Esta mañana va un poco más lenta. No se siente muy bien.

Rahl agarró a la mujer por el brazo. Ya le había parecido que Kahlan no se encontraba muy bien los últimos días, pero ella había desechado con firmeza sus preocupaciones. Richard notó cómo palidecía intensamente.

—¿Qué le ocurre? ¿Está enferma? No será la peste...

—No, no —lo tranquilizó Nancy al darse cuenta de que lo había asustado—.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.