El Opus Dei, controversia y camino by Ricardo de la Cierva

autor:Ricardo de la Cierva [Cierva, Ricardo de la]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 1995-12-31T23:00:00+00:00

El padre Escrivá y el general

Franco

El problema de las relaciones entre el padre Escrivá y el general Franco es un asunto prácticamente desconocido por los historiadores de la época, pero puede resultar de relativo interés para comprender los contextos políticos del Opus Dei en España. Creado en 1928 y desarrollado embrionariamente durante la República, empezó a crecer de forma espectacular a partir de 1939, con motivo de la victoria de Franco, y aunque hoy constituye una realidad universal, su primera base de operaciones y reclutamiento ha estado en España, de la que proceden sus tres primeros presidentes generales. No faltan comentaristas e historiadores que atribuyen al Opus Dei una vinculación punto menos que irreversible con el régimen de Franco, o le consideran como un producto puro del franquismo, lo cual no deja de ser una enormidad, como sería, por ejemplo, identificar a la Compañía de Jesús con Carlos V.

En 1939, el padre Escrivá pensaba de Franco lo mismo que el papa Pío ΧII: que había salvado de la aniquilación a la Iglesia de España, porque era sencillamente cierto. El ambiente de España después de la victoria de Franco en 1939, resultaba extraordinariamente propicio para amparar a una experiencia espiritual tan profunda y tan renovadora como el Opus Dei. En el importante testimonio de Franco Salgado Mis conversaciones privadas con Franco, publicado por editorial Planeta, hay pruebas abundantes de que Franco había comprendido, casi desde el primer momento, al padre Escrivá y a su Obra, con la que se mostró, hasta casi el final de su vida, muy identificado.

Personas próximas al Opus Dei han manipulado de forma flagrante, como voy a denunciar en este libro, grandes testimonios de la época, como el de don Juan de Borbón sobre el Opus Dei, pero la misma fuente de editorial Planeta que me lo reveló con pelos y señales, insistió en que el libro de Franco Salgado no sufrió (contra lo que yo sospechaba) ninguna manipulación semejante.

Franco siguió con interés y admiración los rápidos progresos del Opus Dei y pensó desde muy pronto que se trataba de una institución de la Iglesia muy beneficiosa para ésta y para España. Favoreció de manera expresa el apoyo que proporcionó a la Obra el ministro de Educación, don José Ibáñez Martín, desde 1939. Recuerdo que una vez hablé con el señor Ibáñez Martín sobre ese apoyo, del que en general se sentía orgulloso, aunque se arrepentía de algún caso concreto (la cátedra de don Rafael Calvo Serer en la Facultad de Filosofía y Letras). Siento respeto, admiración y veneración por el segundo presidente general y primer prelado del Opus Dei, don Alvaro del Portillo, vecino y amigo de mi calle del que se hablaba muy bien en mi casa, porque como ingeniero de Caminos había tenido contactos amistosos con mi tío, Juan de la Cierva y Codorníu. Pero lo cortés no quita lo valiente y con motivo de la beatificación del padre Escrivá de Balaguer, don Álvaro concedió varias declaraciones a la prensa mundial, en general, con

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