El Norte by Carrie Gibson

autor:Carrie Gibson [Gibson, Carrie]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia, Política, Sociología, Viajes
editor: ePubLibre
publicado: 2019-01-01T00:00:00+00:00

A lo largo de este periodo, a menudo llamado el “susto marrón”, creció la preocupación por el número de mexicanos que buscaban refugio en Estados Unidos. Algunos de estos refugiados fueron vigilados por agentes, fueron arrestados o se enfrentaron a la violencia física.[32] La revolución se desbordaba a través de la frontera; no sólo la atravesaban personas, sino también armas, municiones, drogas, ganado y bienes robados. Los guardias estadounidenses estaban al acecho de todo tipo de sospechosos, desde contrabandistas hasta radicales políticos, aunque también se detuvo a personas inocentes.[33] Muchos mexicanos en Estados Unidos y mexicano-americanos tenían sus propias reservas sobre la participación de Estados Unidos en este conflicto. En 1913, el senador de Nuevo México, Albert B. Fall, recibió una copia de una carta abierta dirigida a él por Pedro Portillo, un hombre de la zona enfadado porque el senador estaba “engendrando un proyecto de ley en el Congreso que, si se aprueba, permitirá la exportación de armas y municiones tanto al gobierno como a los rebeldes de México”. Para Portillo, la hipocresía era clara porque “al mismo tiempo usted y otros senadores están levantando la caña [Caín] porque el gobierno mexicano no ha sido capaz de proteger la vida y la propiedad de los americanos en algunos lugares aislados”.[34] A Fall —quien más tarde fue implicado por el arrendamiento secreto de tierras de la reserva petrolera en el escándalo de Teapot Dome— un amigo le había enviado la carta para alertarle de que se estaba distribuyendo “a través del correo a los españoles americanos”. En respuesta a este amigo, un despreocupado Fall señaló que la carta “simplemente causó diversión”, explicando:

Portillo, como muchos otros, parece imaginar que México nos concedió un gran favor al permitirnos invertir mil quinientos millones de dólares en la conquista comercial y la civilización real en ese país hasta que poseemos prácticamente el doble de México que los propios mexicanos, y al mismo tiempo piensa que debemos mostrar nuestra gratitud hacia ellos permitiéndoles destruir impunemente toda esta propiedad.[35]

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