El mono que llevamos dentro by Frans De Waal

El mono que llevamos dentro by Frans De Waal

autor:Frans De Waal [Waal, Frans De]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Ciencias naturales, Filosofía, Psicología
editor: ePubLibre
publicado: 2005-08-01T04:00:00+00:00


«Pensé en decírselo a mi hermano y pedirle ayuda. Pero ¿decirle qué exactamente? Cordelia no hace nada físico. Si se tratara de chicos que me acosan o se burlan de mí, él sabría qué hacer, pero los chicos no me causan problemas. Contra las chicas y sus indirectas, sus murmuraciones, estaría indefenso».

Esta clase de agresión sutil no se desvanece fácilmente, como comprobaron los investigadores finlandeses. La discordia entre las niñas era más duradera que entre los niños. Si se les preguntaba cuánto tiempo podrían estar enfadados con alguien, los niños pensaban en términos de horas, a veces días, mientras que las niñas declaraban que podían seguir enfadadas ¡de por vida! Los rencores erosionan las relaciones, como explicó una entrenadora de natación a propósito de su paso de entrenar mujeres a entrenar varones. El trabajo con el sexo opuesto le resultaba mucho menos estresante. Si dos chicas tenían alguna desavenencia al principio de la temporada, era poco probable que la situación se enmendara antes de su conclusión. El enfrentamiento se iría enconando día tras día, minando la solidaridad del equipo. Los chicos, en cambio, reñían continuamente; pero por la tarde tomarían una cerveza juntos, y al día siguiente apenas recordarían su enfrentamiento.

Para los varones, la rivalidad y las hostilidades no son un obstáculo para las buenas relaciones. En You Just Don’t Understand, la lingüista Deborah Tannen informa sobre conversaciones hostiles seguidas de charlas amigables entre hombres. Éstos usan el conflicto para negociar su rango, y de hecho les encanta rivalizar, incluso con los amigos. Cuando las cosas se calientan, los varones suelen encontrar una manera de rebajar la tensión con un chiste o una disculpa, y esta alternancia entre camaradería y hostilidad tibia les permite mantener los lazos. Por ejemplo, los hombres de negocios pueden gritar e intimidar en una reunión, para luego ponerse a bromear y reír durante una pausa. «No es nada personal» es una puntualización masculina típica después de un agrio intercambio.

Si comparamos el conflicto con el mal tiempo, podemos decir que las mujeres intentan evitarlo, mientras que los hombres compran un paraguas. Las mujeres son mantenedoras de la paz, los varones pacificadores. Las amistades femeninas se contemplan a menudo como más profundas e íntimas que las masculinas, que se adaptan mejor a la acción, como ir juntos a eventos deportivos. En consecuencia, las mujeres ven el conflicto como una amenaza a conexiones estimadas. Como Mama y Kuif en la colonia de Arnhem, evitan las confrontaciones a cualquier precio. Las mujeres lo hacen muy bien, como evidencian los lazos duraderos que establecen. Pero la profundidad de sus relaciones también implica que, en caso de desavenencia, son incapaces de decir «no es nada personal». Todo es intensamente personal. Esto hace que la reparación tras la discordia, una vez ésta ha aflorado a la superficie, les resulte más difícil que a los varones.

Mediación femenina

Vernon, el macho alfa de la colonia de bonobos de San Diego, perseguía regularmente a un macho más joven, Kalind, hasta obligarlo a meterse en el foso seco.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.