Dulce redención by Julie Kenner

Dulce redención by Julie Kenner

autor:Julie Kenner [Kenner, Julie]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2021-05-18T00:00:00+00:00


20

En el pasado…

Alex miró a Anna, convencido de que la había oído mal.

—¿Peter? ¿De verdad quiere que elimine a Peter?

Anna asintió con la cabeza, y parecía casi tan estupefacta como él.

—¿Te sorprende? Seguro que sabes que Peter le estaba birlando pasta.

—Pues no. Debe de llevar otra contabilidad.

Era mentira. Se odiaba por mentir a Anna, a una de sus mejores amigas, pero si su padre se enteraba de que él estaba al corriente de la deslealtad de Peter, lo llevaría crudo. Le iría mejor que a Peter, claro, pero no sería agradable.

Hizo una mueca por el humor negro, pero la verdad era que sabía que no tenía salida. Él era el arma y Peter, el objetivo; y no podía hacer nada para cambiar eso.

Frustrado, se pasó los dedos por el pelo sin dar crédito a lo que sucedía. Deseó salir corriendo. Escapar. Pero aunque fuera una opción, ¿dónde narices podía meterse para que no lo encontrara su padre?

—Peter es mi amigo —dijo al final, consciente de que sonaba muy infantil.

—¿Por qué le iba a importar eso a El Lobo?

Alex no replicó. Ella ladeó la cabeza.

—Vamos, Alex, ya sabes cómo funciona esto. Eres su heredero. Claro que te lo ha ordenado a ti. Le da igual que seas amigo de Peter. Joder, eso es una muestra más de tu compromiso. Ahí está el asunto.

—Lo sé. Lo sé. —Por supuesto. Conocía al cabrón de su padre mejor que nadie⁠—. ¿Cuándo?

—En cuanto puedas organizarlo.

—No puedo creerlo. No tiene sentido. No hay nadie más en este territorio. Ha dejado que otros hombres se columpien cuando llevan una zona, al menos hasta que consigue colocar a otro. —⁠Hizo una mueca⁠—. No a menudo, y esos hombres han perdido unos cuantos dedos, pero lo ha hecho. Y hablamos de Peter, su amigo.

Cómo no, eso contestaba a la pregunta. La traición de un amigo o de un pariente era más dura que cualquier otra.

Delante de él, Anna se encogió de hombros.

—Está haciendo cambios. Metiendo a gente nueva, librándose de la antigua. Joder, incluso tiene a Manny trabajando en informática para él. Hay un montón de cosas en internet a las que Manny sabe cómo acceder. Lo llaman dark web, «red oscura» o algo así, y supongo que a tu padre le parece un buen sitio para ocultarse. O para ocultar el dinero y los detalles de sus negocios. No sé. Pero está cambiando las cosas. Tienes que hacerlo. De lo contrario, tú y yo nos vamos a tomar por culo.

Alex asintió con la cabeza. Anna tenía razón. Pero él no quería hacerlo. Joder, retrasaría el momento, si pudiera.

—No puedo creer que tenga a Manny trabajando para él. —⁠Estaba dejando correr el tiempo, intentando retrasar lo inevitable⁠—. Ni siquiera debería estar en el complejo. Aurelia no quería que se quedara.

—¿Desde cuándo importa lo que quiere una mujer? Y Aurelia está muerta, ¿recuerdas?

Captó el odio en su voz y ladeó la cabeza.

—¿Joseph sigue molestándote?

Vio que se ruborizaba, pero que también negaba con la cabeza.

—No. Ya no. Mantiene las distancias.

No la creyó.



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