Desde Manhattan, con amor by Christopher Smith

autor:Christopher Smith [Christopher Smith]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Intriga, 5ª Avenida
publicado: 2015-03-15T14:25:51+00:00

* * *

Más tarde, cuando se duchaban en la doble ducha de su cuarto de baño, Mario decidió que tenía que darle la noticia en algún momento. El mejor momento de hacerlo era cualquier momento antes de que llegaran al evento.

—Tu padre llamó mientras estabas fuera—. Le dijo.

Ella tenía jabón en los ojos y no podía ver. —Mi padre, ¿qué?

—Él llamó.

—¿Cómo puede siquiera saber nuestro número? No es público.

—Se trata de George Redman.

—¡Por supuesto! Lo siento, lo olvidé—. Se colocó bajo una de las duchas y se enjuagó el pelo. Los problemas con su padre y la frialdad con que la trató cuando estaba creciendo aún la herían profundamente. —¿Qué quería? No he sabido nada de él en un año.

—Sabe lo del hotel.

Ella se encogió de hombros. —Me suponía que oiría algo en algún momento, especialmente con su edificio directamente enfrente. ¿Qué dijo?

—No te va a gustar.

—Es mi padre. Ya sabes, el mismo que ha ganado el título de “padre del año” por veintisiete años consecutivos por sus excelentes dotes como padre. Nada que tenga que ver con él me va a gustar—. Se detuvo por un momento.

—Siempre y cuando no tenga que ver con mi madre. Podemos no tener una buena relación en estos momentos, pero no quiero que le ocurra nada.

—No tiene nada que ver con tu madre, pero mencionó que ella no había sabido nada de ti.

—Hemos estado ocupados— dijo ella. —¿Qué podría decirle? “Hola, mamá. Espero que todo vaya bien en la cárcel. Aguanta un poco. Todos confiamos en que salgas pronto por buena conducta”. Es demasiado.

—Deberías llamarla.

—De hecho estoy pensando ir a verla.

—Bien— dijo Mario. —En fin, tu padre va a estar allí esta noche. Le han pedido que te entregue el premio—. Él levantó la mano para pararla antes de que empezara a hablar a gritos. —Los Miller no saben nada de lo que tienes con tu padre. Probablemente pensaron que era un gesto amable por su parte, especialmente Addy. Le gustas mucho. Siempre le has gustado.

—Causo ese efecto en los gays.

—¿Addison Miller es gay?

—Por supuesto que lo es.

—¿Cómo lo sabes?

—Una oye cosas. Ve cosas. Percibe cosas. Pero no importa. Addy es Addy y lo adoro. Me duele que sienta que no puede ser quien es. Es un hombre encantador que se merece algo mejor que pasar el resto de sus años con ese adefesio de Tootie.

—No la conozco.

—Ni falta que te hace. Y probablemente tengas razón acerca de la sugerencia de que mi padre sea quien me dé el premio. Addy no sabe cómo está nuestra relación—. Se escurrió el agua del pelo y alcanzó una toalla.

—Pero está a punto de saberlo.

Pasó por delante de Mario y salió de la ducha.

—¿Qué vas a hacer?— le preguntó él.

—Voy a hablar con Addy. Si alguien puede entenderlo es él. Puede elegir a cualquier otra persona para darme el premio, pero no mi padre. No aceptaré nada que venga de él. Además, probablemente llamó aquí porque sabía que reaccionaría de esta manera. Probablemente quería que yo lo librara del compromiso—.

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