Descuido by Ale Peña

autor:Ale Peña
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Fantástico, Romántico
publicado: 2018-10-30T23:00:00+00:00

A la mañana siguiente cuando Sarina despertó, se sintió desconcertada, nada en esa habitación le resultaba conocido, trató de recordar por qué estaba en un dormitorio tan distinto al suyo. En su mente revivió lo ocurrido el día anterior desde que llegó a Central Park, hasta que estaba en casa de Henry, una especie de héroe y ella iba a ayudarlo con su labor.

Se desperezó antes de levantarse y caminó en dirección a la ventana, abrió las cortinas. Desde donde se encontraba podía ver Central Park en todo su esplendor, incluido el lago, este último fue lo que más llamó su atención. El día anterior no había reparado en él, pero ahora que lo hacía había algo que le provocaba una extraña sensación. Sin saber muy bien, sí eso era bueno o malo, se alejó pensando en que ya tendría tiempo para analizar esas nuevas sensaciones que estaban creciendo en ella.

La bruja se dirigió a la cocina vestida con una playera de Superman y una bermuda que le prestó Henry la noche anterior. Ahí abrió la ventana para que corriera el aire mientras preparaba el desayuno, le encantaba cocinar, además era de las pocas actividades que podía hacer de forma adecuada sin magia. Corrección de las pocas actividades que podía hacer con magia o sin ella.

A Sarina le gustaba pensar que el universo conspiraba en su contra para que todo le saliera mal, todo menos los panqueques. Cuando Sarina terminó de preparar el desayuno, lo llevó al comedor. Al ver que Henry no hacía acto de presencia, se dirigió a la sala donde aún permanecía dormido en el sofá cama acompañado de Mushum quien le demostraba su agradecimiento por permitir que Sarina lo acogiera.

―Mmm. ―gimió Henry después de sentir la lengua del perro en la cara.

―Hola. ―saludó Sarina con una sonrisa. Henry ni siquiera se movió, Mushum lo lamió de nuevo, en agradecimiento el chico murmuró algo sin sentido a los oídos de Sarina. ―Buenos días. ―insistió la bruja con voz más fuerte.

En esta ocasión Henry abrió los ojos, pero la luz que entraba al departamento, aun con las cortinas cerradas le lastimaba, tuvo que parpadear varias veces hasta que se habituó a la luz.

―Hola ―saludó. Sarina estaba frente a él, tan cerca que podía sentir su aroma, la cercanía era tanta que si respiraba seguro los cabellos oscuros de ella flotarían en el aire. Pero más allá de esa sensación, lo que más le preocupaba era qué secuelas tendría para él dejar que una bruja, un ser con poderes paranormales, se quedara a vivir en su departamento.

«Si ella usa su magia aquí. ¿Tendrá alguna consecuencia contra mí?»

Su mente tenía muchos cuestionamientos a los que por razones evidentes no tenía respuesta, y no estaba seguro de que fuera buena idea exteriorizarlas para que ella las respondiera. Uno de esos cuestionamientos era si realmente estaba haciendo lo correcto al dejar que se quedara con él, pero su conciencia le decía que no podía echarla a la calle como si nada, por más bruja que fuera.

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.