De Cristóbal Colón a Fidel Castro by Juan Bosch

De Cristóbal Colón a Fidel Castro by Juan Bosch

autor:Juan Bosch [Bosch, Juan]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Historia
publicado: 1969-12-31T23:00:00+00:00


Capítulo XV

LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y SU PROYECCIÓN EN EL CARIBE

Al firmarse en 1783 el tratado de Versalles debía haber en el Caribe una población esclava de 1.200.000 almas. Puede estimarse que en Haití había entonces unos 400.000, y como según cálculos de la época los esclavos de Haití representaban tres quintas partes de lo que había en todos los territorios antillanos de Francia, la totalidad de los esclavos de las posesiones francesas debía pasar de 600.000. Diez años antes (en 1774), en Jamaica, Antigua, Monserrat, Saint Kitts, Nevis y las Islas Vírgenes había más de 280.000, de manera que agregando a esa cantidad los de Barbados, Dominica, Granada, San Vicente, Belice y la Mosquitia, los de las posesiones británicas debían pasar de 300.000. Quizá los de Venezuela, Colombia, Panamá, Puerto Rico y Santo Domingo no llegaban a 100.000; Cuba, que era la posesión española que tenía más esclavos, debía andar por los 60.000. En Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica —todo lo cual formaba, junto con El Salvador, el reino de Guatemala— había pocos, porque en esa zona la mano de obra servil era indígena. Los de las islas holandesas y danesas y los de la pequeña posesión sueca de San Bartolomé podían sumar unos pocos millares.

Al tratar los acontecimientos del siglo XVI dimos cuenta de las principales rebeliones de esclavos en esa centuria, y en verdad no fueron muchas; fueron menos frecuentes todavía en el siglo XVII, pero entre éstas hay que destacar la de Jamaica, provocada por la ocupación inglesa en 1655; una rebelión larga y dura, según explicamos en el capítulo IX. Al aumentar en el siglo XVIII el número de esclavos con la extensión de la producción de azúcar, algodón y otros renglones, los alzamientos comenzaron a ser más frecuentes. En realidad, el siglo XVIII fue el siglo de las rebeliones de esclavos en el Caribe.

El número de esclavos aumentaba, no sólo porque se importaban más, sino porque nacían muchos hijos de ellos, y esos hijos, salvo una minoría que tenía la suerte de ser declarada libre, estaban también sometidos al régimen de la esclavitud. Un número importante de hijos de amos y esclavas, que desde luego eran mulatos, entraba en el grupo de los libres y con frecuencia heredaba el nombre y los bienes del padre; pero eso sucedía sobre todo en los territorios españoles y franceses, porque en las dependencias inglesas un mulato equivalía a un negro: los dos eran «gentes de color», y nunca tendrían derecho de vivir en la sociedad de los blancos.

Las rebeliones negras del siglo XVI podían considerarse una mera prolongación en tierras americanas de las luchas que se llevaban a cabo en África para capturar esclavos; pero las del siglo XVIII eran expresiones inequívocas de una lucha de clases limitada a los territorios de América; una lucha de clases de carácter muy violento que se hacía compleja debido a la serie de circunstancias que diferenciaban social, económica, física y culturalmente a los adversarios. Los esclavos eran obligados por la



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.