Dan Leno, el golem y el music hall by Peter Ackroyd

autor:Peter Ackroyd [Ackroyd, Peter]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 1994-01-01T00:00:00+00:00

* * *

Lo dejaron en libertad a la mañana siguiente, después de que el policía confirmara que, efectivamente, estuvo en el restaurante de Berners Street hasta después de la medianoche. Vincent, el joven camarero, no había tenido pelos en la lengua. Manifestó que Gissing se había pasado allí «toda la jodida noche» sin hacer otra cosa que «el imbécil», y le acusó de ser un «pretencioso» a pesar del hecho evidente de que «no tenía ni un penique». Un cliente también recordaba haberle visto aquella noche, y corroboró el testimonio de Vincent describiendo a Gissing como un «gentil zaparrastroso». Ésta era una expresión popular pero injusta con el novelista; él siempre procuraba vestir bien, y su gentileza no era de maneras sino mental.

Salió del patio de la comisaría, y por un momento permaneció vacilante en el aire de Limehouse. Se había resignado a un largo proceso de pesquisas y humillaciones, pero la inesperada liberación no le produjo una sensación de libertad real. Desde luego había experimentado una extraordinaria sensación de alivio cuando por fin se vio fuera del lóbrego edificio de ladrillos amarillos, pero le siguió una más persistente sensación de amenaza. Toda su existencia en el mundo había sido puesta en duda súbita y rápidamente. De no haber estado en el restaurante quizás hubiese terminado en la horca; era como si su vida se revelara ahora como frágil y miserable y a la que la más mínima desgracia podía destruir. Acusaba a su esposa como culpable de su situación, pero hasta ese momento ella nunca había amenazado su existencia. Esto era totalmente nuevo. La noche pasada en el calabozo le demostró que no podía protegerse de ella ni del mundo.

Caminó de regreso al hogar por Whitechapel y la City, aunque sabía muy bien que no regresaba a ningún «hogar». Era como un condenado que vuelve a la celda. Oyó la discusión en cuanto llegó a Hanway Street: Nell, asomada a la ventana del primer piso, se peleaba con la patrona que se encontraba en la acera. «No toleraré —gritaba la señora Irving— semejantes guarrerías en esta casa». Nell le replicó con una andanada de insultos, y la patrona la acusó de ser un «mala puta». Su esposa desapareció por un momento y después volvió con un orinal cuyo contenido dirigió a la cabeza de la señora Irving. Gissing fue incapaz de aguantar ni un segundo más. Ninguna de las dos mujeres le había visto, así que retrocedió rápidamente por Tottenham Court Road y puso rumbo hacia el Museo Británico. Si había un lugar en este mundo donde pudiera descansar, era entre sus libros.

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