Dallas by Lee Raintree

autor:Lee Raintree [Raintree, Lee]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Realista, Erótico
editor: ePubLibre
publicado: 1978-01-01T00:00:00+00:00

* * *

Pamela y Cliff lo encontraron en un bar destartalado no muy lejos de su casa, la casa en la que habían crecido. Estaba contando la misma historia, y hablando en un lenguaje shakespeariano. Un semicírculo de hombres, con manchadas ropas de trabajo, aplaudía a Digger y le proporcionaban más bebida.

—Matarlo —declamaba—. Haber tenido la oportunidad y nunca haber matado a Jock Ewing. Treinta y tres o treinta y cuatro, ah, muerte, ¿dónde está tu aguijón? Sólo pensar lo bien que iría hoy este país…

—Papá —dijo Pam—, por favor…

Se bamboleó al lado de ellos, con la chaqueta arrugada, despeinado, apestando. Sólo dijo:

—Me ha robado muchos millones, ya lo sabéis. Quien me roba la bolsa ya nada me puede robar, pero no tengo nada que llevarme a la boca, o algo parecido…

Cliff lo ayudó:

—Por favor, métete en el coche, papá. Te llevaremos a casa…

Ya en el asiento trasero, masculló:

—La noche es joven y ella es muy hermosa, allí entre las sombras, muy hermosa.

Cliff opinó:

—Pam, tal vez no deberías…

—Está mucho peor —respondió Pam—. Papá, papaítoo… Tengo que decirte… Que me he casado…

Digger prosiguió sus desvaríos:

—Más allá del umbral que conduce… y cada lágrima es besada tan pronto como se vierte… en casa en la que ella entra, debe de haber una luz…, que brille dentro cuando todo está sumido en la noche…

Pam insistió:

—Papá, por favor, no te enfades… Me he casado con él porque lo amo; se trata de Bobby Ewing…

Digger Barnes se inclinó hacia delante y se la quedó mirando.

Cliff contempló a su hermana y se encogió de hombros.

Pamela prosiguió:

—Bobby Ewing, papá…

Digger profirió un sonido extraño, un ruido mezcla de esputo y vómito.

—Ewing…

—Lo comprendes, ¿verdad?

Pam puso una marcha al coche y le quitó el freno de mano. Dobló varias esquinas hasta que detuvo el vehículo delante de la casa que un día habían compartido.

—Mételo dentro, Cliff.

Digger emitió algunos gruñidos mientras su hijo lo subía a rastras. No se volvió para mirarla. Pam cruzó los brazos encima del volante y sepultó el rostro en ellos. Pero no permaneció así mucho tiempo. Enjugándose los ojos, emprendió de nuevo la marcha. Que Cliff regresase a su apartamento en su propio coche y Digger…

Al igual que explicaban sus antiguos compañeros, aquí estaba Pamela Barnes entre el fuego y las brasas. No, maldita sea, no era una Barnes, sino una Ewing. Había efectuado ya su elección y dado el primer paso; su decisión era estar del lado de Bobby. Se hallaba dispuesta a romper con su propia familia, aunque los Ewing se alineasen contra ella en un sólido bloque.

Se abrió paso por la ciudad hasta alcanzar la autopista. Se dirigió hacia Travis City y al rancho que se hallaba más allá. Existía también otro pequeño problema: un rubio tipo cachondo llamado Ray Krebs, que ya no debía ocupar ahora su lugar de antiguo galán.

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