Crisis by Robin Cook

Crisis by Robin Cook

autor:Robin Cook [Cook, Robin]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2006-01-18T05:00:00+00:00


11

Boston, Massachusetts,

miércoles, 7 de junio de 2006, 12.30 horas.

Alexis, Craig y Jack encontraron una pequeña y ruidosa cafetería con vistas a la amplia explanada del edificio de la administración. Habían invitado a Randolph, pero el abogado había declinado alegando que tenía cosas que preparar. Era un hermoso día de finales de primavera, y la explanada estaba abarrotada de gente que había escapado de sus agobiantes despachos para tomar el aire y el sol. Jack tenía la sensación de que los habitantes de Boston vivían mucho más al aire libre que los neoyorquinos.

Al principio, Craig se mostró taciturno, como de costumbre, pero al rato empezó a relajarse y a participar en la conversación.

—No has mencionado el tema de la autopsia —comentó de repente—. ¿Cómo está el asunto?

—De momento en manos del director de la funeraria —explicó Jack—. Tiene que llevar el papeleo al departamento de sanidad y disponer la apertura de la tumba y el transporte del ataúd.

—¿O sea que no queda descartada?

—Lo estamos intentando —aseguró Jack—. Creía que tal vez podría hacerse esta misma tarde, pero puesto que no tengo noticias, supongo que tendremos que esperar hasta mañana.

—El juez quiere dejar el caso zanjado el viernes —señaló Craig en tono desalentador—. Puede que mañana sea demasiado tarde. Detesto la idea de que hagas tantos esfuerzos por nada.

—Puede que no sirva de nada —convino Alexis, descorazonada—. Puede que todo sea en balde.

Jack paseó la mirada entre ambos.

—Vamos, chicos, a mí no me lo parece; al contrario, me da la sensación de estar haciendo algo útil. Además, cuanto más pienso en la cianosis, más ganas tengo de hacer la autopsia.

—¿Por qué? —quiso saber Alexis—. Vuelve a explicármelo.

—¡No le des cuerda! —exclamó Craig—. No quiero suscitar falsas esperanzas. Analicemos la sesión de esta mañana.

—Creía que no querías hablar de eso —replicó Alexis con cierta sorpresa.

—La verdad es que preferiría olvidarlo, pero por desgracia, no puedo permitirme ese lujo si vamos a introducir cambios.

Craig y Alexis se quedaron mirando a Jack con aire expectante.

—¿Qué es esto? —preguntó Jack con una sonrisa torva mientras los miraba alternativamente—. ¿Un interrogatorio? ¿Por qué yo?

—Porque eres el más objetivo de los tres —explicó Alexis—. Es evidente.

—¿Cómo crees que lo está haciendo Randolph ahora que lo has visto en acción? —inquirió Craig—. Estoy preocupado. No quiero perder el caso, y no solo porque no soy culpable de negligencia, sino también porque mi reputación se irá al garete. El último testigo había sido tutor mío en la facultad y mi adjunto durante la residencia, como ha explicado. Adoraba a ese tío, y aún lo adoro profesionalmente.

—Comprendo lo devastador y humillante que debe de ser para ti —aseguró Jack—. Dicho esto, creo que Randolph lo está haciendo bien. Ha conseguido neutralizar lo que Tony ha sacado del doctor Brown, de modo que diría que la sesión ha acabado en empate. El problema es que Tony resulta más entretenido, pero ésa no es razón suficiente para cambiar de abogado a estas alturas.

—Lo que no ha conseguido neutralizar es la excelente analogía del doctor Brown sobre el paciente pediátrico y la meningitis.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.